Max Verstappen, en el centro de las críticas por culpa del Simracing: en Hungría estuvo jugando hasta las tres de la madrugada

Max Verstappen está acaparando muchas informaciones en las últimas semanas y, por extraño que parezca, no tiene que ver con los triunfos. Esas victorias no llegan y el neerlandés ya encadena tres Grandes Premios sin poner el himno de Países Bajos en el podio. Austria, Silverstone y Hungría han creado un punto de inflexión tanto para el propio Verstappen como para Red Bull. Si bien Max sigue en lo alto de la clasificación general de pilotos, el nerviosismo empieza a palparse en el ambiente. McLaren y Mercedes han dado un paso importante; e internamente, la situación de Checo Pérez no ayuda en absoluto. Mientras tanto, Verstappen sigue haciendo de las suyas: desde 'liarla' en la última carrera con Lewis Hamilton hasta responder sin ningún tipo de pudor las críticas que recibe. Además, en Red Bull existe cierto malestar por una de las aficiones de Max: el sábado de Hungría, antes de la carrera, estuvo en el Simracing hasta las tres de la madrugada.

"Es duro, no teníamos el ritmo para luchar con McLaren pero podíamos haber sido terceros. Las estrategias largas me pusieron con el pie cambiado, siempre tenía que luchar y adelantar a gente y no funcionó, porque hace mucho calor y en cuanto alcanzas a alguien, los neumáticos se calientan y toda la ventaja de neumático que tenías desaparece. Ya dije el sábado que hay gente que no es consciente de que necesitamos más prestaciones en el coche. ¿Los que me critican? Que se vayan todos a la mierda", reconocía el propio Verstappen tras la carrera en Hungría. Además, cabe añadir que las radios con su equipo tampoco quedaron al margen de la polémica por el duro tono que mantuvo con su ingeniero. "Ya nos hemos hablado así antes, no estoy de acuerdo en que fuera peor. Estaba molesto con lo de hoy", apuntaba Max.

Max Verstappen, en el punto de mira

Más allá de los resultados deportivos con Red Bull, Verstappen empieza a estar cuestionado por una de sus aficiones: el SimRacing. No es la primera vez que el neerlandés se queda por la noche jugando con su simulador. Es su afición y hasta ahora no le ha perjudicado a nivel de resultados. Pero siempre hay una primera vez. Y el hecho de encadenar tres Grandes Premios a un nivel poco reconocible, hace que Red Bull encienda todas las alarmas.

En la escudería austriaca parece haber dos vertientes claras. Según SpeedWeek, Helmut Marko ha conseguido que Verstappen no vuelve a disputar carreras en su simulador hasta tan tarde. Cabe apuntar que el sábado de Hungría, parece ser que el neerlandés estuvo hasta las tres de la madrugada en ese simulador. El mismo Marko confiesa que a Max nunca le ha afectado estar con el Simracing. "Estuvo arriba incluso más tiempo en Imola y ganó la carrera. Tiene su cuota de sueño, la ha tenido siempre, eso es basura", recoge MARCA.

Incluso Chistian Horner, jefe de Red Bull, da su punto de vista sobre todo lo relacionado con el Simracing y el rendimiento de Verstappen. "Creo que la gente saca conclusiones, pero Max sabe lo que necesita y confiamos en su criterio al respecto. Sabe lo que se necesita para pilotar en un Gran Premio, ganarlo y ser campeón del mundo", destaca el británico.

Problemas para Red Bull en Spa

Con toda esta situación, sumado al mal rendimiento de Pérez en las últimas carrera, llega un nuevo varapalo. Uno esperado y que tarde o temprano iba a suceder. Según RacingNews365, el Gran Premio de Spa es el elegido por la escudería austriaca para hacer un cambio de motor en el coche de Verstappen. De confirmarse este paso, Red Bull utilizaría un quinto motor y eso supondría una sanción de diez posiciones en la parrilla de salida para el neerlandés.