La espectacular salvada de Carlos Sainz mientras lideraba en Spa: mete casi todo su Ferrari en la grava

Todo el mundo sabía que este Gran Premio de Bélgica iba a traer varias imágenes para el recuerdo. Más aún, tras una clasificación agónica con unas condiciones climatológicas muy complicadas. Muchos pilotos empezaban la carrera en unas posiciones poco comunes. La más sorprendente la protagonizaba Max Verstappen, que por cambiar la unidad de potencia de su Red Bull se vio obligado a aceptar una sanción de diez posiciones. También sorprendió, entre otras cosas, la 'pole' de Charles Leclerc y la segunda plaza de Checo Pérez. Quien se encontraba en tierra de nadie en esa parrilla era Carlos Sainz. El madrileño partía desde la séptima posición, pero en carrera incluso llegó a liderar varias vueltas.

El objetivo de Sainz para la carrera en Spa no es otro que el de terminar entre los cinco primeros. Pese a estar líder durante momentos muy concretos (empezó con neumáticos duros y fue de los últimos en hacer la primera parada), la idea del piloto de Ferrari es estar cerca del podio y, si puede, luchar por subir a un cajón. "Las condiciones serán muy diferentes, obviamente. Este domingo va a ser todo graining y saber gestionar ese graining que ha estado presente todo el fin de semana en seco. Así que sí, seco con los McLaren y los Mercedes delante, habrá que ir a por ellos y ver si podemos remontar. ¿Objetivo? Top 5, yo creo que se puede pensar en un top 5. Luego ya si empiezan a pasar cosas, el podio", destacaba el español el sábado.

Carlos Sainz da el susto de la carrera

Mientras Sainz lideraba tras una serie de paradas en boxes de sus rivales, llegó uno de los momentos de la carrera. Una salvada a la altura de los más talentosos con el volante. La situación era crítica para los intereses del madrileño, ya que al estar con neumáticos duro la idea era clara: apretar un poco más para aprovechar el terreno ganado gracias a la estrategia.

Sin embargo, ese 'extra' que intentó dar Sainz casi termina con su carrera. En una de las curvas más delicadas de todo el circuito de Spa, el Ferrari del español se fue largo y casi la totalidad del monoplaza pisó la grava. Con gran agilidad, Sainz pudo controlar el coche, derrapando con tan solo una de las cuatro ruedas estando dentro de la trazada de asfalto. Un momento para ver a cámara lenta y poner música épica.