La DANA que arrasó Valencia hace tan solo una semana ha dejado pueblos, casas y familias destrozadas. El deporte se ha volcado con las víctimas de la tragedia, que lo han perdido todo: desde minutos de silencio muy emotivos, donaciones económicas, recogidas de materiales y eventos solidarios, como el Gran Premio de MotoGP que se disputará en Barcelona ante la imposibilidad de hacerlo en Cheste.
El mundo motero ha querido dar ejemplo y aportar su granito de arena. Casi 200 conductores de motos de enduro se han desplazado a la zona 0 para llegar a todos esos lugares a los que nadie puede acceder, sin pedir nada a cambio y sobrecogidos, sobre todo, por los niños afectados. Toni Fabra y Luis Gargallo han hablado con ellos, en ElDesmarque de Cuatro.
El enduro se ha puesto al servicio de todos los afectados por la DANA en Valencia. Se tratan de motos adaptadas para carreras del tipo rally, con caminos abruptos, de barro y extremadamente complicados de superar. Gracias a su talento y experiencia, más de 200 moteros amateurs de este deporte se han desplazado hacia pueblos como Torrent, donde las riadas arrasaron todo.
“Empezamos 7 y se ha ido sumando gente a través de las federaciones de motociclismo, y ahora somos más de 200. Somos 20 o 30 motos al día y transportamos sanitarios, medicamentos…”, narraba uno de los moteros voluntarios. “Algo me decía que tenía que venir aquí”, confesaba otro de ellos.
Estos deportistas han puesto en valor la ventaja de usar sus motos de enduro en esta catástrofe y lo que pueden hacer frente a los coches u otros vehículos: “Llegamos en 5 minutos a donde no llega nadie, donde el coche tardaría 5 horas. Llegamos a sitios a los que no se puede acceder ni a pie”. Han servido de ayuda a las fuerzas de seguridad en las tareas más complicadas y tristes: “Nuestra tarea de hoy es ir a buscar cuerpos, que eso también hay que hacerlo”, explicaban. Para ello, realizan una planificación previa: las zonas a recorrer, dónde estarán otros compañeros, qué tipo de recorrido van a encontrar…
Las imágenes del fango y el destrozo quedarán en ellos para siempre, donde resaltan que son los niños los que más han llegado a sus corazones: “Parece una guerra e impactan mucho los niños”. Aunque lo que siempre quedará en el corazón de los afectados es el apoyo y el cariño incondicional y desinteresado que estos motoristas les han dado.