Marc Márquez ha presentado el documental que repasa su trayectoria de éxito y la temporada 2022, donde tomó decisiones que marcaron un antes y un después tanto en lo deportivo, como en lo personal. La miniserie, que lleva por nombre ‘All In’ (con todo), ha servido también para ver como es la vida de un piloto de MotoGP, día a día.
Antes de darse un baño de masas con los miles de aficionados que le arroparon en la Gran Vía y la Plaza de España de Madrid, el piloto de Cervera atendió a los medios, entre ellos a El Desmarque y Deportes Cuatro.
A la pregunta de si volvería a pasar por el calvario de lesiones con tal de volver a ser campeón del mundo, Marc Márquez no dudó: sí. Y así nos lo explicaba él mismo. “Sí, si porque yo quiero volver a ganar otro título, evidentemente, quiero luchar por ello, y para hacerlo, te expones a riesgo, es algo que puede pasar, te puedes lesionar otra vez, puedes ganar otra vez – ojalá – pero para conseguirlo, hay que asumir riesgos”.
Marc Márquez ha aprendido a convivir con el riesgo y mientras el motociclismo siga siendo su pasión, sabe que no le queda más remedio que lidiar con ello: “Si no se asumieran riesgos, cualquiera cogería una moto e iría rápido. Lo volvería a hacer porque sigue siendo mi pasión, y la pasión puede con cualquier cosa. Cuando vea que esa pasión no suma tanto… pero la pasión siempre serán mis motos, mis recuerdos. Aún tengo 30 años y queda mucho por hacer”.
El estreno del documental ha sido una fiesta completa para los aficionados al motorsport así como para Marc Márquez, sus amigos y su familia. Un convoy de 350 moteros, encabezados por el piloto de Cervera, recorrió las calles de Madrid durante el acto inaugural de la jornada. La expectación por participar en esta experiencia fue tal, que las plazas disponibles se agotaron en apenas unas horas.
La emoción se desbordaba minutos después cuando Marc realizaba una exhibición a bordo de su Honda de MotoGP en plena Gran Vía de Madrid y seguido desde el asfalto de la calle madrileña por sus amigos y familiares. Los aficionados pudieron vivir una experiencia única, escuchar el rugido de una MotoGP a solo unos metros de distancia. El de Cervera acabó emocionado y no es para menos y es que este será un día que no olvidará nunca.