Las MotoGP a 400 kilómetros por hora, una "locura" y un "sinsentido": los expertos alzan la voz de alarma

La evolución de MotoGP es innegociable. Durante los últimos años, la aerodinámica ha ido adquiriendo una importancia superlativa llegando a puntos nunca antes imaginables. La tecnología vista de muchas maneras ha provocado que se pulverizasen infinidad de récords en los circuitos del Mundial y se marcase una nueva marca a batir en cuanto a la velocidad punta.

Brad Binder, con KTM, logró hasta la fecha la velocidad punta más alta de la historia del motociclismo: en la carrera al sprint disputada a mediados de junio de 2023 en Mugello, el piloto sudafricano consiguió rodar a 366'1 kilómetros hora. Pero la gente quiere más, la aerodinámica solo ha empezado su era en MotoGP y la dinámica es que, durante los próximos años, la velocidad siga aumentando gracias a los avances tecnológicos. Dicha marca podía haberse batido en el nuevo Circuito Internacional de Buddh, en India. Al menos, eso predecían los organizadores de la prueba: la media superó por poco los 350km/h y el problema estuvo en las altas temperaturas.

En todo este contexto de superación continua, Ducati tiene la delantera. La marca italiana fue la primera que apostó fuerte por una aerodinámica visual, con alas y alerones. Gigi Dall'Igna, el máximo responsable en este área en Ducati, no va a parar de superarse y podríamos ver cómo las velocidades en MotoGP alcancen los ¡400 kilómetros hora! Eso sí, también se está poniendo sobre la mesa una bajada de cilindradas para cesar la dinámica en esta particular lucha. Y es que llegar a esos 400km/h era algo impensable hace apenas un lustro, pero que ahora es una posibilidad muy real.

Eso sí, no todo el mundo piensa igual. Poco a poco son muchas las figuras que rodean el Mundial que van reconociendo el error de seguir por este camino. "¡Es que una MotoGP corre más que un F1!", dice asombrado Héctor Faubel, expiloto del Mundial, subcampeón de 125cc y actual manager de Fermín Aldeguer en Moto2, a ElDesmarque. En la misma línea está Ricard Jové, comentarista técnico en DAZN y exmanager de pilotos como Maverick Viñales, atiende la llamada para valorar la situación: "No considero que la aerodinámica vaya a mejorar el espectáculo de MotoGP, al contrario".

También es contundente Sergio Gadea, expiloto del Mundial de MotoGP: "Creo que la aerodinámica siempre tiene que existir, cómo lleva toda la vida haciéndose, pero con unos límites. Se está perdiendo la forma de una moto, ahora parecen naves espaciales donde además cuenta más la moto que el piloto. Para mí, pierde todo el espectáculo". "Tenemos el ejemplo de Moto3 que las velocidades son inferiores y el espectáculo es mayor", añade el valenciano.

Solución sobre la mesa de MotoGP: bajar de 1000cc a 850cc.

"En 2027 quieren bajar la cilindrada de los motores, de 1000cc a 850cc. No es aconsejable, en mi opinión, que las motos corran tanto. Ya con las velocidades actuales... es una locura y no es bueno para el show. Las carreras de motos no se basan en quién tiene la mejor velocidad punta, sino en adelantamientos y espectáculo. No tienen ningún sentido llegar a los 400km/h", reconoce Óscar Haro, exdirector deportivo del equipo LCR Honda de MotoGP.

Bajar las cilindradas ayudaría en muchos sentidos a no llegar a esos 400km/h. Por una parte, la aerodinámica podría seguir su progresiva evolución; por otro, se lograría evitar que MotoGP se convierta en una batalla por ver quién marca la velocidad punta más alta. También sería importante, según Faubel, reconducir la situación en otros aspectos como la electrónica. "Más que la aerodinámica, para dar espectáculo lo suyo sería quitar la electrónica. Los controles de tracción y demás.

La seguridad de los pilotos: un tema a tener en cuenta

Con el aumento de la velocidad, el nivel de peligrosidad que tienen los pilotos es cada vez más alto. Lo vemos en algún circuito como el de Portimao, donde, sin ir más, lejos este 2023 Pol Espargaró rozó la tragedia. Un trazado que ha recibido muchas críticas por parte de los pilotos y que, poco a poco, va mejorando. Por suerte, los monos de los pilotos sí evolucionan y el 'airbag' ayuda a ver menos lesiones; la parte de los circuitos es donde Dorna debería trabajar mucho más. "De llegar a esas velocidades los monos deberían evolucionar. Creo que para las caídas que hay durante un Gran Premio, hay pocas lesiones", dice Faubel.

También Jové pone en valor el buen hacer de los monos, pero reconoce que los circuitos deben dar un paso adelante: "Hay cosas incontrolables, pero hay detalles por pulir a nivel de seguridad". "La seguridad en los monos es cada vez mejor. Pero insisto, la solución es bajar la velocidad y hacer carreras divertidas, no rápidas", insiste Haro.

El show, en declive: las audiencias dan miedo

Todos hablan de espectáculo. De show. Porque MotoGP es precisamente eso, un evento multitudinario lleno de éxtasis, adrenalina y emoción. Pero la realidad es otra cada vez más cruel. Las audiencias desde que el Mundial es de pago en España son catastróficas y auguran un futuro insalvable. La situación en otros países varía mucho, pero en el contexto nacional los números hablan por sí solos.

Cada vez que se repasan los números de audiencia de un Gran Premio en plataforma de pago, la cruel realidad hace acto de presencia. Hasta los pilotos son conscientes de lo importante que es tener el deporte en abierto. Pedro Acosta, durante el GP de Montmeló, dejó en TVE un momento único: "Todos queremos carreras en abierto, yo también". Sin embargo, la remontada de esto no la traería un aumento de la velocidad y, en eso, la gran mayoría está muy de acuerdo.

¿Y si la solución es bajar la velocidad en contra de buscar una mejoría en este aspecto? Los aficionados así lo reclaman. Además de exigir que el Mundial de MotoGP tenga más presencia en la televisión en abierto, son muchos los que quieren que vuelva la emoción con adelantamientos. Porque si algo ha caracterizado a MotoGP hasta la fecha, es la gran cantidad de adelantamientos que se viven carrera tras carrera. Algo que, por culpa de la aerodinámica, se está perdiendo.