No está siendo el inicio idílico de Marc Márquez en su nueva aventura. El reencuentro del piloto catalán con su nueva moto estaba creando una expectación altísima. Era, y lo seguirá siendo durante dos días más, una prueba de fuego para saber cuál es el nivel real Márquez con Gresini. Tras unos primeros test en Valencia nada más terminar la temporada 2023, jornada donde las sensaciones fueron notables, el día de hoy estaba marcado en rojo. Tres jornadas de test en el trazado malayo de Sepang son el punto de partida para que el nuevo curso empiece en algo más de un mes en Qatar. Si bien esa expectativa estaba por las nubes, la realidad está siendo algo más cruel.
Teniendo casi nueve horas de test al día, los pilotos se han tomado con mucha calma la primera de las tres jornadas que hay estos días en Sepang. En el caso de Marc Márquez, su presencia en la pista tardó una hora en hacerse esperar. Eso sí, en este caso la espera no valió la pena. Tal y como recrean varios de los medios especializados que están en Malasia, la incertidumbre se vivió en la primera vuelta dentro del box de Gresini. Y es que Márquez no pudo cerrar ni una vuelta completa. Unos problemas técnicos obligaron al catalán a detenerse en la curva 15.
Pero los problemas para Marc Márquez no cesaron ahí. Una vez arreglados esos primeros fallos, el catalán salió de nuevo a pista y le costó enlazar varias vueltas seguidas. Con todas esas trabas, las sensaciones de Márquez con Gresini fueron de menos a más. Pese a estar muy lejos de los mejores tiempos de Jorge Martín, Pedro Acosta o Fabio Di Giannantonio, el objetivo de Márquez es rodar lo máximo posible.
En total, el piloto de Cervera cerrará la primera jornada de test en Sepang con unas 40 vueltas y con un tiempo inferior a los dos minutos. Aún así, la realidad es que esto es una carrera de fondo y no es cómo empieza, más bien cómo acaba. Para Márquez, estos test eran un trámite para entender más a fondo la moto. Y es que cabe recordar que el catalán llevaba once años pilotando una Honda.