Marc Márquez ha hablado abiertamente de su futuro. Era algo que llevaba evitando desde que empezó la temporada, pero en el Gran Premio de Jerez el piloto catalán ya ha alzado la voz. Para Márquez, este 2024 es de transición. Tras abandonar Honda, lo que el de Cervera buscaba era reencontrarse con la diversión y la competitividad encima de la moto. En Gresini, hasta la fecha, lo está consiguiendo. Ahora su siguiente paso es lograr un nuevo contrato para el próximo curso, y para ello Márquez ya tiene sus preferencias muy claras.
"Cada vez me encuentro más cómodo. Lo importante aquí también es que el set up que hicimos en Austin, que era muy diferente a lo que usé en Catar y Portimao, aquí ha funcionado mejor que lo que venía acostumbrado. Así que esto también suma, te da más confianza y vamos encontrando cositas. El punto de adaptación ya ha terminado. Ya estoy adaptado completamente, simplemente falta ir buscando e ir encontrando cositas. En unos GP costará más… Es eso, seguir insistiendo", destacaba Marc tras la jornada de viernes en Jerez.
Ya en clave 2025, Márquez no quiso mojarse demasiado, pero por primera vez habló de cuáles son sus preferencias. "Por el momento no hay nada claro. Por supuesto, querría una moto de fábrica. Eso es algo que siempre te da un plus, está claro. Mi trabajo es dar el cien por cien para tener una moto de fábrica el año que viene. Luego, veremos. No tengo un contrato con nadie. Si eres rápido en pista, tienes más opciones a elegir", aseguraba el piloto catalán.
"Seguro que en torno a Jerez o Le Mans ya habrá contactos, eso es verdad, pero, por el momento, soy paciente porque creo que tengo margen en pista para seguir avanzando. Para mí, la Ducati es la moto más completa de la parrilla de salida. Bagnaia y Martín lo entienden perfectamente, porque sólo han pilotado esta moto. Yo lo voy entendiendo cada vez mejor", zanjaba Márquez.