Jorge Martín ha empezado el Gran Premio de Le Mans de la mejor manera posible: hablando en la pista. Desde este jueves, la tónica en el Mundial de MotoGP ha sido el futuro. Pero no el futuro de la competición con el cambio de reglamento que se hará efectivo en 2027, sino de la parrilla del curso que viene. Son muchos los pilotos que terminan contrato, y la guerra por tener la mejor moto ya ha empezado. Mientras Martín sigue insistiendo en que su próximo paso debe ser un equipo de fábrica -véase vestir de rojo al lado de Pecco Bagnaia-, Marc Márquez empieza ha coger fuerza para varias opciones. Una de ellas, la de Ducati.
"Sobre el futuro no tengo ninguna novedad. Espero muy pronto ya saber algo, en estas dos carreras se decidirá todo y esperemos que salga todo como queremos. Ya hemos demostrado mucho, yo daré mi mejor versión, pero no por lo que pueda pasar en dos carreras soy diferente piloto. Estoy tranquilísimo, me noto muy en forma, así que a seguir así", reconocía Martín en DAZN. Todo, tras ver cómo Ducati empezaba oficialmente su casting particular para ser compañero de Bagnaia en 2025. En esa lista de tres pilotos están el propio Jorge, Marc Márquez y Enea Bastianini.
🔥 @88jorgemartin was off to a flying start in Le Mans
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— MotoGP™🏁 (@MotoGP) May 10, 2024
La opción más querida y soñada por Jorge Martín es vestirse de rojo en Ducati. Y seguramente la meritocracia le hace valedor de ser uno de los favoritos para dar el salto. Sin embargo, en la fábrica italiana saben que tener una figura como Marc Márquez puede ser diferenciador. Hasta el propio Martín es consciente de ello. "Lo entendería. Es Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo, a nivel de márketing es una bestia y entendería esa posición. Me tranquiliza que tengo todas las marcas esperando qué pasa para, en este caso, ficharme", confesaba el madrileño en rueda de prensa.
Esos posibles destinos que tiene Martín bajo la mangan pueden acaparar prácticamente todo el paddock. Cualquiera, actualmente, querría contar con un piloto de las características de Martín. El subcampeón del 2023 en la categoría reina tiene, desde hace tiempo, decidido que su próximo paso debe ser un equipo de fábrica. Y bajo esa ecuación, las opciones son claras: Aprilia, Yamaha u Honda.
KTM tiene todas las plazas cubiertas, más ahora que un tal Pedro Acosta está revolucionando la categoría. Y en Ducati, la realidad es clara: o todo o nada. Por eso mismo, y conociendo la ambición de Martín, lo lógico sería descartar las motos japonesas. Que ojo, tendrían hueco para él: Álex Rins solo firmó un año con Yamaha y Joan Mir termina contrato con Honda. Aún así, de no subirse a la Ducati oficial, Aprilia sería el destino idílico para un Martín que podría sustituir a Aleix Espargaró de decidir retirarse.