No todo es blanco o negro. Ni en la vida ni en MotoGP. Sino que se lo cuenten a Marc Márquez. El piloto español está en plena oleada de conversaciones, reuniones y negociaciones para aclarar su futuro. Y si todo eso ocurre mientras hay un Gran Premio en curso... los rumores florecen como si de la entrada a la primavera se tratase. Es justo lo que lleva pasando desde el jueves, cuando la Gazzetta dello Sport daba por cerrado el casting de Ducati para elegir un piloto oficial de cara al 2025. Esa decisión era clara: Jorge Martín había ganado la particular batalla y el próximo año se vestiría de rojo. Aunque esa parte de la historia puede ser 100% veraz (el propio Martín lo dejaba entrever), hay otros movimientos que dejan en el aire lo que realmente está sucediendo.
"Ducati no me ha dicho que yo no sea el elegido. Yo estoy haciendo el máximo en pista, porque así tendré más opciones. Pramac es un buen equipo, pero no es una opción para mí, porque no lo es. Soy un hombre con las ideas claras. Lo que quiero es la última versión de moto, y si puede ser, con un equipo oficial. Si tienes la moto oficial tienes más facilidades, y si encima lo haces en un equipo oficial, pues aún más", reconocía el piloto catalán en los micrófonos de MotoGP.
Unas palabras de Márquez que llegaban al hilo de la información de los medios italianos y de unas declaraciones de Martín muy alentadoras a su favor. "Está claro... ha habido algún contacto y puedo decir que estoy contento. No sé qué decir. Para hacer un contrato deben pasar días, que las partes estén de acuerdo. Han hablado y en la primera toma todo ha ido bien. No puedo decir más, pero llevo detrás del vestirme de rojo muchos años, luchando con varios rivales y creo que ya es hora. Estoy contento, voy rápido, soy rápido y claro que estoy contento", confesaba Martín en DAZN el pasado jueves.
Con las puertas del equipo oficial de Ducati teóricamente cerradas y con el rechazo público a Pramac, Márquez empezaba una nueva aventura. La rumorología dice que la estrategia de Marc no es otra que convencer a Ducati para tener una moto del 2025 en Gresini. Eso facilitaría las cosas, al menos al catalán: mantendría una moto ganadora y no tendría que cambiar ni de equipo ni de marca. Pero dar este paso y poner en la parrilla otra moto de última generación (serían cinco) podría romper la harmonía que tiene Ducati con Pramac.
Otra opción para Márquez es mirar en otras fábricas. Y ahí es donde aparece KTM. Francesco Guidotti ha confesado este fin de semana que la marca austriaca ha tenido conversaciones con Marc. "Nosotros no vamos a buscar a nadie, pero como todos, hablamos con todos. A veces incluso sin querer. Es un mercado que se ha abierto de manera un poco anómala, porque hay gran disponibilidad, hay muchos contratos por vencer y también se habla de posibles cambios de equipo", apunta el manager de KTM en MOW Magazine.
"Pienso que quiere una Ducati, pero también creo que en Gresini se siente muy bien. No lo veo con la intención de cambiar de moto otra vez. Por el momento las cosas están así, pero también es cierto que todo puede cambiar porque estos son realmente días de insinuaciones y negociaciones", destacaba. Si bien no dice con firmeza las intenciones de KTM, conocer de primera mano los intereses de Márquez es una clara confesión de que se han sentado a hablar del futuro.