Es uno de esos momentos que todo piloto o aficionado al Mundial de MotoGP no olvidará jamás. La muerte de Marco Simoncelli marcó un antes y un después. El trágico suceso tuvo lugar en Malasia, durante las primeras vueltas de la carrera de la categoría reina. Las imágenes fueron, y lo siguen siendo en la actualidad, escalofriantes. Más allá del cómo, muchos pilotos se centraron en su momento en el por qué. Y es que Simoncelli era puro talento, pero los diferentes enfrentamientos con Álvaro Bautista en 250cc, o con Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa en MotoGP, le obligó a tener una etiqueta de piloto que supera los límites. La relación, precisamente, con Pedrosa y Lorenzo nunca fue del todo buena. Es por ello que, una vez ocurrió el trágico incidente, los dos españoles se sintieron aún más culpables. Y esto último es algo que ellos mismos, en diferentes entrevistas, han ido confirmando.
"Por eso cuando se murió Simoncelli yo me puse a llorar porque no entendía nada. Yo me estaba recuperando de una lesión en el dedo, de la media falange que perdí. Estaba en casa con mi madre, en Barcelona. Y delante de la televisión vi morir a Simoncelli. Recuerdo llamar a Carlos Checa llorando y él también estaba en shock. No eres consciente del riesgo hasta que te pasa algo fuerte, y en cualquier momento uno se puede matar. Todo depende de milésimas de segundo y de las decisiones que tomes en ese corto periodo de tiempo", recordaba Lorenzo en The Wild Proyect.
Si bien Lorenzo era uno de los que más criticaba la forma de pilotar que tenía Simoncelli, el más damnificado fue Pedrosa. El italiano provocó varias duras caídas y lesiones al entonces piloto de Honda, lo que terminó en un profundo enfado por parte de Dani, que se negaba a saludarle. "En aquel caso creo que yo tenía toda la razón de enfadarme. Creo que tenía toda la razón de no darle la mano, porque en aquel momento él estaba siendo avisado por dirección de carrera, estaba siendo avisado por Stoner, por Jorge, el único que alentaba un poco aquel estilo de pilotaje era Valentino Rossi", recuerda Pedrosa en Motorsport.
"Al final a mí me tocó la parte peor, que fue romperme la clavícula, que después me tuvieron que operar dos o tres veces seguidas porque no conseguían arreglarla bien. Me perdí varias carreras, tiré mi campeonato del mundo que iba líder a la basura. Cuando volví, el director de carrera que había en aquel momento no le había marcado suficiente, según como lo veía yo", añade el catalán antes de recordar el momento más trágico de los últimos años en MotoGP.
Seguramente, lo que peor llevó Pedrosa es el no 'hacer las paces' con Marco antes del Gran Premio de Malasia. Al menos, eso es lo que él deja entrever. "Personalmente no tuve tiempo de procesarlo suficiente, porque desgraciadamente él falleció. En aquel instante, cuando estábamos en Malasia, lo entendí. Justo en aquel instante lo entendí y fui, se lo dije inmediatamente, creo que fue uno de los primeros que llegó a su padre porque estaba en el box de al lado y fui corriendo y bueno, se lo dije", zanja el catalán haciendo referencia a lo importante que es a veces perdonar a las personas.