Carlos Sainz ya piensa en el Dakar que empezará el próximo 5 de enero. De nuevo, el veterano piloto madrileño, intentará luchar por la victoria en el rally más duro del mundo. Unas semanas donde el sufrimiento físico es palpable desde el inicio hasta el final, con muchos condicionantes en toda la carrera. Aún así, la ilusión la mantiene intacta y espera dar la sorpresa en la última participación de Audi en el Dakar.
"Con ganas de empezar esta última participación de Audi en el Dakar. Con ganas de empezar y hacer mejor resultado que estos dos primeros años. Este año las suspensiones no van a ser el punto débil, hemos estado trabajando y en Marruecos fueron mejor. El coche va mejor. Lo más importante es que el coche no de problemas mecánicos, la fiabilidad es vital", confiesa el madrileño en TVE.
Durante las últimas semanas, Carlos Sainz se ha estado preparando. Unos test que han servido para tantear el terreno, para coger sensaciones y para recordar cómo es pilotar en las dunas. Lo ha hecho, entre otras zonas, en Marruecos. Ahí ha probado infinidad de reglajes hasta llegar a lo ideal. Pero en el Dakar vivirá situaciones más drásticas. "Sí, evidentemente, los tres días famosos del 'empty quarter', de las dunas, de esa etapa de 48 horas que vamos a tener que dormir en el desierto sin asistencia, eso sí lo vamos sabiendo", recuerda Sainz.
Por último, habla sobre el actual campeón de la carrera: Nasser Al-Attiyah. El qatarí se ha cambiado de equipo, estando ahora en el coche más competitivo de la última edición. "Es el coche que ganó más etapas el año pasado. Sabemos que es uno de los candidatos, defiende título y lo hará con un gran equipo y compañeros como Sebastien Loeb. Pero en Audi tenemos un equipo potente y habrá más candidatos", indica el español. "Soy un piloto con suerte no, con mucha suerte", responde entre risas.