Los tres clásicos para el olvido
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La historia de enfrentamientos entre FC Barcelona y Real Madrid vivirá un nuevo episodio este sábado, cuando ambos equipos salten al Camp Nou en un clásico descafeinado y con poco en juego. Sin embargo, en anteriores ocasiones, la rivalidad trascendió los límites de la deportividad.
La vuelta de Figo
El portugués pasó de ser el ídolo de la grada en el Camp Nou a recibir el trato de traidor. Su fichaje por el Real Madrid de un recién llegado Florentino Pérez levantó muchas ampollas en el club blaugrana, sobre todo entre sus más fervientes seguidores, que no perdonaron la marcha de una de sus estrellas al eterno rival. El recibimiento no pudo ser más violento, incluyendo lanzamiento de todo tipo de objetos: mecheros, botellas de cristal e incluso una cabeza de cochinillo.
El dedo en el ojo de Mourinho
Decir José Mourinho es hablar de situaciones polémicas, como la que ocurrió tras la Supercopa de 2011, cuando al término del partido el entrenador luso metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova, que entonces era el segundo de Pep Guardiola. La escena, una de las más tristes de la historia del clásico, desencadenó una trifulca entre jugadores y miembros del cuerpo técnico de los dos equipos.
El mes de los clásicos
En la temporada 2010/11, Real Madrid y Barcelona se vieron las caras hasta cuatro veces en apenas 18 días. Ambos equipos tuvieron que enfrentarse en liga, semifinales de Champions a doble partido y final de Copa del Rey. Cada partido que se disputaba aumentaba la tensión: el balonazo de Messi a la grada del Bernabéu, el cruce de declaraciones entre Mourinho y Guardiola, o las continuas melés durante los partidos. Al final, los capitanes de ambos equipos mediaron para calmar los ánimos.