Luis Scola, que a sus 39 años es el único jugador de la mítica 'generación dorada' que sigue en Argentina, fue uno de los grandes protagonistas en la victoria de este martes ante Serbia. El veterano ala-pívot tiró de clase y garra para seguir haciendo historia en el baloncesto.
El pasado lunes ya escribió una nueva página dentro de la selección argentina y de la historia de los mundiales al anotar 23 puntos en la victoria ante Nigeria. El campeón olímpico en Atenas 2004 y subcampeón del mundo en Estados Unidos 2002, que juega en China su quinto Mundial, se convirtió en el segundo máximo anotador en la historia de las Copas del Mundo. Llegó a los 611 puntos, superó al australiano Andrew Gaze (594) y solo tiene por delante al brasileño Oscar Schmidt (843).
No son los únicos datos llamativos del veterano jugador argentino. Su calidad y su técnica le llevaron a ser, a sus 19 años, el debutante extranjero más joven en la ACB, cuando desembarcó en territorio Española para jugar en Gijón. Tras dos temporadas en el Tau, ojeadores de la NBA siguieron sus pasos muy de cerca. En el plano más personal, Luis Scola es aficionado a la pesca y a los videojuegos, en especial a la PlayStation.
Luis Scola se ha transformado en el pilar de la selección argentina y siempre mantuvo confianza en su equipo. Así lo desveló el propio Sergio Hernández a través del twitter oficial de la selección argentina.
"Un año atrás, Scola me agarró después de un partido o una prática, ya no recuerdo bien, y me dijo: "Nosotros podemos jugar las semifinales". Yo le pregunté si estaba seguro. Y él me repitió con seguridad que sí. Eso es Scola, eso describe lo que es Scola".
Hernández: “Un año atrás, Scola me agarró después de un partido o una práctica, ya no recuerdo bien, y me dijo: ‘Nosotros podemos jugar las semifinales’. Yo le pregunté si estaba seguro. Y él me repitió con seguridad que sí. Eso es Scola, eso describe lo que es Scola”.
— CABB (@cabboficial) September 10, 2019
Argentina es la primera semifinalista del Mundial de China 2019 después de superar a Serbia (97-87) con una tormenta de triples (12 aciertos de 27, 44%) y de carácter que sobrepasó al conjunto balcánico, con un fantástico Facundo Campazzo, que anotó 18 puntos y dio 12 asistencias.
Todo lo hizo bien el conjunto argentino, que no solo vio el aro amplio como una piscina, sino que robó balones, forzó errores serbios y supo aprovecharse también del poderío interior de Luis Scola (20 puntos y 5 rebotes) cuando el conjunto balcánico atacó por el exterior.