La dedicatoria de Ricky a Tona, su motivo para seguir en el baloncesto

Ricky Rubio se ha encaramado a la historia en un Mundial 2019 de China que no le olvidará al jugador formado en las categorías inferiores del FC Barcelona. Tras la victoria de España sobre Argentina (75-95), ha conquistado su primer título mundial, cuya dedicatoria ha ido para su madre Tona, fallecida hace tres años víctima de un cáncer de pulmón.

Ricky Rubio no sólo ha estrenado su palmarés mundialista, sino que se ha erigido en MVP del torneo disputado en China, además de convertirse también en el máximo asistente del torneo. Toda una explosión para un jugador que no tardó en dedicar el triunfo a su madre  justo después de vencer a los argentinos con 20 puntos suyos en el marcador y siendo determinante para la victoria: "Desde donde esté estará muy contenta".

Cuando Ricky Rubio ya había debutado en la Liga Endesa  (a los 14 años, 11 meses y 24 días) veía el Mundial de 2006 con 15 años soñando con estar algún día en la misma posición de sus ídolos, integrantes de una generación de oro. En la previa de la final del Mundial ante Argentina incluso se atrevió a afirmar, de forma premonitoria, que España iba a ganar el título.

La dedicatoria a Tona, su madre tristemente fallecida, trasluce una historia de superación, ya que el suceso estuvo a punto de apartarle del baloncesto: "Me llegué a plantear dejar el baloncesto, no tengo reparos en decirlo. Imagine lo que es estar hablando con tu madre y que te tenga que colgar por lo mal que se encuentra. ¿Qué haces entonces a 10.000 kilómetros? ¿Qué importa entonces el baloncesto? Seguí en Minnesota porque ella me lo pidió, decía que ésa era la única forma que tenía yo de luchar por ella. Muchas veces no quería ir a jugar, lo hacía por ella", expresó en una entrevista para La Vanguardia.

Todo ello supuso un cambio en su personalidad y convirtió el torneo en un reto personal, hasta el punto de ser el mejor jugador del equipo español en la práctica totalidad de los partidos disputados en el torneo de China. Un niño prodigio que no renuncia precisamente a esa condición y a su tierra natal, El Masnou, como confesó en la entrevista: "Vas cambiando y madurando, pero el niño no lo tenemos que perder nunca, especialmente cuando volvemos a los lugares en los que hemos crecido. El Masnou significa casa, significa, si estuviéramos jugando al pilla pilla, que estás a salvo".