El recorrido que ElDesmarque e Iberdrola estamos haciendo juntos adquiere en esta ocasión tintes asiáticos. Nos vamos hasta Murcia, donde ahora vive María Xiao, número uno de España en tenis de mesa. Una campeona a la que este deporte le corre -casi literalmente- por las venas y que nos enseña, una vez más, que #EllasValenOro.
Esta palista es hija de dos profesionales originarios de China. Daili Xiao y Yao Li compitieron al más alto nivel durante muchas temporadas y la madre sigue formando parte de un modesto equipo de las Azores, donde es entrenadora y jugadora al mismo tiempo. María lo lleva en los genes. Yao Li ganó la Copa del Rey de 1994 embarazada de cuatro meses de su hija. "Me gusta pensar que he ganado una copa sin saber jugar", bromea la palista hispano-portuguesa. Lo que ahora quiere conseguir esta palista es cumplir su sueño, demostrando que ya sabe jugar... y a qué nivel: quiere ir a Tokio 2021. Y tiene opciones.
No obstante, María reconoce que el camino hasta los próximos Juegos Olímpicos "se está haciendo largo". Y explica: "Ahora mismo deberíamos estar ya compitiendo, pero tenemos un año más de preparación e igual podemos sorprender". Señala además que no se pone ningún límite previo: "Clasificarme es el primer objetivo. Es un objetivo real, pero hasta que no esté confirmado, tanto en individual como en dobles mixto, no me planteo objetivos".
Xiao ganó en 2019 el triplete del tenis de mesa en España: la Liga Iberdrola de Superdivisión, la Copa de la Reina y la Ettu Cup Femenina. Y esto la lanzó a lo más alto de la clasificación española. ¿Tienen algo que ver los genes o es trabajo duro? "No sé cómo influyen los genes", confiesa María, "pero está claro que la cultura del esfuerzo y el trabajo constante son la clave de nuestro deporte".
Y añade que de sus padres ha podido sacar algo positivo: "Al final ellos saben mucho y me han podido enseñar y ayudar en el camino". ¿Y eso supone una presión o una ventaja? "Las dos. Es una ventaja porque te pueden dar muchos consejos, han pasado por todo lo que estoy pasando ahora y saben cómo me siento después de cada partido. Y una presión porque mi padre ha sido muy buen jugador". De hecho, confiesa que como referente de vida y deportivo tiene a su padre.
María es ambiciosa. Y tiene una meta: llegar a los Juegos Olímpicos y, a ser posible, lograr un metal. "Y si puede ser oro, mejor", confiesa. Para llegar, sabe que tendrá que luchar duro, pero en dobles mixto, con su pareja Álvaro Robles, sabe que tiene muchas probabilidades de llegar a Tokio. De hecho, el último éxito de ambos reescribió la historia del tenis de mesa español. Se llevaron la plata en el Open internacional de Omán, firmando el mejor resultado de un dobles mixto de nuestro país en este deporte.
La final de este torneo se disputó el 14 de marzo, el mismo día que dio comienzo en España el estado de alarma decretado por el Gobierno para tratar de frenar el avance de la pandemia de coronavirus. Fue el último normal. María destaca que "como fue antes del confinamiento, fue un poco extraño". No obstante, eso no influyó para nada en su juego: "Veníamos jugando muy bien, nos sentíamos cómodos jugando juntos y se demostró en la mesa con el resultado que conseguimos", recalca orgullosa. En ese éxito está la primera piedra del proyecto que les llevará a ambos, si todo va bien, hasta Tokio.
Durante todo el confinamiento, María ha estado conviviendo y entrenándose con Jesús Cantero. El director del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Murcia les envió una mesa y los dos combinaban el trabajo físico con los ejercicios con palas y pelotas. Y en esos días, la hispano-portuguesa sólo tenía una idea en mente: las próximas Olimpiadas.
Viéndolo, hay quien puede pensar que el tenis de mesa a nivel profesional es como cualquier tarde con la familia o los amigos en la tabla de la terraza con dos palas y una pelota. Pero este deporte implica mucho más. "En tenis de mesa hay que hacer muchos ejercicios iguales, repetir todos los días los mismos gestos… ", explica María.
"Hacemos muchas repeticiones y trabajamos también el juego de pies, como la coordinación y la rapidez", prosigue la palista. En definitiva, constancia, esfuerzo y tesón. Los ingredientes básicos de la vida y de esta disciplina.
María compite tanto en individual como en dobles femenino y mixto. Y no tiene una preferencia clara, en todas disfruta. Aunque sí confiesa que "me gusta más el mixto ahora mismo porque tengo un objetivo muy bonito de cara a los Juegos". Lo que decíamos, Tokio siempre en la cabeza.
En España hay una mesa -o al menos una red portátil- en muchas casas, en muchos clubes sociales y en la mayoría de las sedes deportivas. Pero, a la hora de la verdad, nuestro país no cuenta con muchas licencias en este deporte. "Es un deporte muy sencillo de jugar a nivel amateur, pero quizá la gente no se atreva a federarse", argumenta María como la razón principal para que esto ocurra.
Y, aunque poco a poco está aumentando el seguimiento mediático del tenis de mesa, gracias a la labor que realizan la Federación o Iberdrola, todavía le falta dar un pequeño salto, como el que consiguió una de las deportistas preferidas de María, Carolina Marín, con el bádminton. "Desde hace un tiempo, se viene trabajando muy bien esa parte y hemos notado un gran crecimiento en los medios. Nos retransmiten partidos en televisión y de competiciones nacionales que antes costaba mucho que ocurriera. Pero nos hace falta igual mejores resultados internacionales para tener más visibilidad", señala la hispano-lusa.
La relación entre María Xiao y el equipo de tenis de mesa del UCAM Murcia ha estado llena de interrupciones, pero también de felices reencuentros. Para la temporada próxima, la palista regresa a la entidad universitaria, tras un año en el Leka Enea de Irún, en la que será su sexta etapa. Con el paso de los años, sin embargo, no ha perdido la ilusión y afronta el nuevo curso con energía: "Tenemos mucha ilusión porque es un proyecto bonito, interesante, voy a tener a compañeras de mucho nivel y que además son amigas y va a haber un buen ambiente en el equipo. Y con Jesús (Cantero), nuestro entrenador, seguro que va a ser una época genial".
El porvenir no tiene tanta luz para todos los jugadores profesionales. María explica que es difícil poder vivir sólo de lo que se gana compitiendo y lo habitual es tener algo para seguir manteniéndose cuando se retiren. "De las chicas, somos muy pocas las que podemos. ¿Si se puede? Pues sí, pero luego tendrás que seguir trabajando. Necesitas ser un top 10 o un top 20 con buen contrato de externos para poder retirarte sin necesidad de trabajar más", señala.
Y ella ya sabe qué quiere hacer cuando guarde la pala: "Creo que podría convertirme en entrenadora. Intentar ayudar a más gente y que el tenis de mesa crezca más aún en España".
Y es que, a pesar de haber vivido en una confluencia continua de culturas, idiomas y maneras de ser, a María le ha convencido el estilo de vida hispano: "Llevo muchos años en España. Me gusta porque la gente es muy amable y la comida es espectacular. La paella, el jamón… Y el tiempo. En general es muy bueno. Lo que menos me gusta es que la gente es muy relajada y cuando hay prisa en hacer algo, tardas más que en otros países", dice entre risas.
María Xiao accedió a participar y responder al test de preguntas rápidas de ElDesmarque. Entre las respuestas más atrevidas, encontramos su plato favorito, típico de la gastronomía china, y su ciudad preferida, la capital de la provincia de Sichuan en el suroeste del país milenario.