El Gobierno ha anunciado que estudia la posible aplicación de un toque de queda nocturno en España, en medio de la sucesión de medidas restrictivas que siguen adoptando las autonomías ante el avance incesante de la pandemia, que ha sumado este martes al recuento oficial 13.873 nuevos casos y 218 muertes por coronavirus.
Esa posibilidad, que el Ejecutivo vincula inexorablemente al estado de alarma, la ha confirmado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, después de que la Comunidad de Madrid la haya planteado públicamente con la cautela de se que podría poner en marcha sin la prerrogativa gubernamental que expira el sábado en la región y que ha enfrentado abiertamente a las dos administraciones.
Con esos planteamientos, que remiten a pugnas políticas presentes y pasadas cuando Madrid tiene que presentar su plan para afrontar los contagios tras 15 días confinada, Illa ha dicho que el toque de queda está en estudio, que no es "inminente" y que sólo se adoptará si hay acuerdo con todas las comunidades y siempre bajo el estado de alarma, porque entiende que no hay otra opción jurídica.
El toque de queda es una medida que prohíbe el tránsito o permanencia en las calles de una ciudad durante determinadas horas, generalmente nocturnas. Durante este tiempo la ciudadanía debe permanecer en casa y solo puede salir por una causa justificada.
El toque de queda, que ya se aplica en París y otras ocho grandes ciudades francesas, en Bélgica y desde este jueves en la castigada región italiana de Lombardía, se va convirtiendo poco a poco en el último bastión ante el confinamiento domiciliario, del que huyen todos los países para no paralizar la actividad económica, aunque Gales y en parte Irlanda ya han roto ese principio.
Los defensores de la medida le atribuyen el papel de dique para controlar botellones y fiestas privadas ilegales en domicilios o lugares frecuentados por jóvenes, que se han convertido en sus distintos grupos de edad, a partir del de 15 a 19 años, en los que suman más contagios en las últimas semanas, aunque la transmisión también ha aumentado en la población de más riesgo, la mayor de 80 años.
Muchos expertos advierten, en cambio, de que el toque de queda no es ninguna panacea sin otras medidas restrictivas -algunas más drásticas que las actuales- que reduzcan los contactos sociales, sobre todo en etapas de expansión descontrolada, como ocurre con incidencias como las de España, que este martes se situaba en 322,94 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de visita oficial en Roma, ha señalado: "Lo importante es saber si oficialmente la Comunidad de Madrid nos está pidiendo el toque de queda o no. A partir de ahí todos y cada uno de los territorios siempre van a contar con el apoyo total y absoluto del Gobierno de España", y ha remitido la eventual demanda a su debate en el Consejo Interterritorial, que se reúne el jueves.
De momento, sólo se conoce que el Gobierno de la popular Isabel Díaz Ayuso evalúa solicitar un toque de queda entre las 00:00 y las 06:00 horas, pero sin estado de alarma, tal como ha avanzado su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que ha reiterado la intención de volver a las restricciones por zonas básicas de salud.