El pasado y el futuro del voleibol en España se unen en el presente cuando Helia González (35) se sienta junto a Carol Camino (17). Dos generaciones completamente distintas que relatan de dónde viene y hacia dónde va este deporte, en una charla con ElDesmarque e Iberdrola, en la que vuelven a dejar claro que #EllasValenOro.
Helia es de A Coruña. Hasta el pasado Campeonato de Europa de 2019 era la capitana de la selección absoluta femenina de vóley y actualmente se encuentra en el Club Voleibol JAV Olímpico. Carol, por su parte, nació en Quiroga (Lugo), es una de las jóvenes promesas de nuestro país y juega en el Emevé de Lugo.
Ambas son receptoras, "un puesto de los más bonitos porque participas en muchas tareas", relata Helia. "Puedes ayudar al equipo en diferentes áreas, porque no hay una en la que sea muy buena ni una en la que sea muy mala", añade. "Es bastante bonito ayudar a tu equipo de esa forma. Defiendes, bloqueas…", concreta Carol.
Además, aunque las separan casi dos décadas, su estilo de juego es muy similar: "Ella tiene muchas variantes en ataque, le pega fuerte y también sabe jugar contra bloqueo. Y eso me toca a mí también dentro del campo: no fallar. No depende de mí hacer 20 puntos, pero sí el no fallar ciertos balones", explica la coruñesa. La joven Carol, no obstante, apunta: "Puede ser, pero a mí me falta mucha cabeza también. Ella la tiene más amueblada (risas)".
Lo que es indudable es que las dos sienten verdadera pasión por el voleibol, al que llegaron de niñas después de probar otros deportes y del que nunca se separaron tras conocerlo. Y ese sentimiento se hace palpable cuando hablan de sus ilusiones y de sus logros.
España no acudía al Campeonato de Europa de voleibol femenino desde el año 2013, pero en 2019 consiguió un billete para el que se celebró entre Turquía, Polonia, Hungría y Eslovaquia. Las Leonas cayeron en octavos de final, pero lograron volver a poner este deporte en boca de todos.
Helia González, que fue al torneo continental como capitana, anunció que se retiraba de la selección tras caer ante Polonia. Quería dejar paso a las nuevas generaciones, entre las que se encuentra nuestra otra protagonista, Carol Camino.
"Creo que ha habido años muy complicados en los que ha sido difícil como selección meternos entre las fuertes. Se hizo el camino y ahora les toca a ellas, a estas nuevas generaciones, continuar con la idea", indicaba la de A Coruña. Y proseguía con un deseo: "Que esto no se quede sólo en un Europeo. Hay gente joven con talento para tomárselo en serio. Y si se conciencian y se toman el vóley en serio, tienen un recorrido muy bonito por delante".
Carol también está segura de que el porvenir será mejor: "Con entrenamiento, se puede ir mejorando el nivel. No llegamos al de otros países como Italia o Serbia, pero se puede llegar y estoy segura de que en las siguientes generaciones lo conseguiremos".
Estas dos gallegas -la tierriña se ha convertido en una buena cuna para este deporte- saben que meterse en el Europeo fue un paso de gigante para el voleibol femenino español y las chicas que quieren dedicarse a él. Supone "un escaparate" en Europa, donde están las mejores ligas de vóley del mundo y eso es "una oportunidad increíble para la gente joven" que quiere plantearse una carrera a largo plazo en este deporte, como ya ocurrió, por ejemplo, con Ana Escamilla.
Vivir del voleibol en nuestro país es "difícil", porque pocos clubes tienen tanto nivel económico como para pagar un salario a las jugadoras que les permita dedicarse en exclusiva al deporte. Helia, sin embargo, señala: "Chicas como Carol pueden luchar por ello si no se conforman con esto". La de Quiroga añade: "El femenino está peor pagado que el masculino. Lo mejor es buscarse un mánager para que te lleve y vea lo que te conviene".
Eran casi 20 años, pero a la hora de compartir cancha, ni Helia ni Carol notaban la diferencia de edad: "El vóley es vóley, son tres toques y eso da igual las generaciones que pasen". Por cómo hablan la una de la otra, se entiende una admiración mutua.
Para la coruñesa, su compañera es "una niña con mucho carácter, es valiente y eso es muy importante. La evolución va a pasar por superar esos miedos que se tienen siendo joven". Carol confiesa que, desde que la conoció, se dio cuenta de por qué era capitana: "Por su carácter, sobre todo, no pierde el ánimo fácil, levanta al equipo aunque vaya perdiendo. Como una buena capitana".
A sus 35 años, Helia no se esperaba estar a las puertas de disputar las semifinales de la Liga Iberdrola y ser actual subcampeona de la Copa de la Reina con su club, el Olímpico de Las Palmas de Gran Canaria. "No pienso a largo plazo porque nunca sabes lo que puede pasar y más en un deporte como el nuestro que no puedes controlar. Me considero muy afortunada no sólo por este año, sino por las oportunidades del pasado. He trabajado por ellas, pero también he tenido suerte".
Carol tampoco tenía en mente llegar tan alto siendo tan joven. Tiene 17 años, ha sido su primera temporada en la élite con el Emevé y fue nombrada MVP de la jornada 8 de la Liga Iberdrola: "Absolutamente ha sido ese mi mejor momento. He trabajado bastante para ganarme la titularidad, sabiendo que vengo de la Superliga 2 y no es fácil jugar arriba. He hecho muchas cosas bien y en otros partidos se nota que soy juvenil, pero bueno, lo he hecho lo mejor que he podido".
Con un ojo en el pasado y otro en el futuro, tanto Helia como Carol están centradas en el presente, en vivir lo que tienen ahora y en golpear con más fuerza la pelota en el siguiente partido.
En ElDesmarque quisimos que Helia y Carol nos contaran alguna anécdota relacionada con el vóley que ahora recuerden con cariño. Y las dos tuvieron clarísimo cuál iba a ser. Para conocerla, mira el vídeo inferior.