Jesús Casas está viviendo una gran experiencia personal y profesional siendo el seleccionador de Irak. A la espera de comenzar la clasificación del Mundial y con la Copa de Asia muy cerca, ya ha conseguido buenos resultados. Es muy conocido y lo paran por la calle para pedirle fotos, pero también está conociendo lo que supone estar cerca de una zona con incidentes bélicos.
"Es un país que ha estado en permanente conflicto en los últimos 20 años y la sensación que tenemos es que es un país que quiere crecer. Que quiere estabilidad y vivir bien. Está recuperando la clase media que quiere tener un nivel de vida aceptable, que quiere viajar. Es un país que se merece segur creciendo", explica a ElDesmarque.
Los conflictos han azotado a Irak y todavía quedan secuelas: "Por televisión vemos lo que está pasando en Ucrania y en Gaza y sientes pena, pero cuando encima conoces gente que o bien le han matado al padre, ha perdido un hermano o ha estado en el frente, te llega todavía más".
Ha estado presente en un hospital de víctimas de la guerra: "Hemos estado en Jordania, a 40 kilómetros de la frontera con Palestina. En el día a día no notabas nada, pero llegaban noticias. Hay que empatizar con la gente que está sufriendo. En Jordania fuimos a un hospital de Médicos sin Fronteras porque un crío me quería conocer. Todos eran víctimas de guerras y es algo que te llega, fue duro y te pones en la cabeza de las personas que está sufriendo. Ojalá el ser humano sea más humano alguna vez".