Nueve temporadas en el Mallorca y además ejercer de capitán en la época dorada del club bermellón. Eso no se olvida a pesar de que nació a varios kilómetros de allí. Javi Olaizola, donostiarra de nacimiento y balear de corazón, nos cuenta su deseo para la semifinal de Copa entre los de Aguirre y la Real Sociedad, y también cómo vive un futbolista los días previos a una cita importante.
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- ¿Quién siente más responsabilidad ante una cita importante, el entrenador o los jugadores?
- Recuerdo una anécdota que el maestro de los maestros, que en paz descanse, Luis Aragonés, nos dijo en la primera etapa que vino al Mallorca y en la que acabamos terceros en LaLiga. Nos decía que nada tiene que ver el ser jugador con ser entrenador, y cuando ya uno se dedica a entrenar me acuerdo muchas veces de él porque al final la responsabilidad del entrenador es máxima. A veces te ves como único responsable aunque tienes un cuerpo técnico que por supuesto que te rodea, te apoya, y te ayuda, pero las decisiones las toma el entrenador. La parte de responsabilidad del jugador está repartida entre 25 de plantilla, por lo tanto la máxima responsabilidad y el que más lo vive y lo piensa es el entrenador, sin ninguna duda.
- Otro momento de gran tensión. El previo al lanzamiento de un penalti en un partido así. A ti te tocó lanzar uno en una final de Copa ante el Barcelona, y Oyarzabal marcó el gol de la victoria en la final ante el Athletic. ¿Qué pasa por la cabeza del jugador en esos segundos previos al lanzamiento?
- Mucha responsabilidad. Son momentos de tanta tensión que hay jugadores que igual no se ven capacitados por el tema del nerviosismo. Cuando en la final que jugué yo se preguntó quién quería tirar, mi primera reacción fue decir 'no', pero a las décimas de segundo cambié de opinión y dije que sí. Son momentos de nervios.
- Entonces tienes claro a quién prefieres ver en la final en esta eliminatoria...
- Sin ninguna duda, el Mallorca. Soy mallorquinista, medio mallorquín, y cuando juega el Mallorca no hay ningún equipo del mundo que me pueda entrañar ciertas dudas, ni la Real Sociedad ni el Eibar, al cual también le tengo mucho cariño porque pasé allí dos años espectaculares. Pero cuando hablamos del Mallorca está por encima de los demás.
- ¿Y qué rival te gustaría en la final?
- Quizás porque creo que se le puede ganar más fácil a un sólo partido, al Athletic de Bilbao. El Atlético de Madrid es un equipo mucho más maduro en cuanto a situaciones futbolísticas importantes, y me parece que entraña muchas más dificultades en un momento dado de ganar a un partido que el Athletic, que también está en una línea muy buena. Le tengo un gran aprecio al 'Txingurri' Valverde que jugó un año conmigo en el Mallorca, y es evidente que si no queda campeona la Real o el Mallorca, tampoco me importaría que lo fuera el Athletic.
- ¿Cuándo te vamos a volver a ver en un banquillo?
- Lo estoy deseando porque mi pasión es el fútbol. Esta temporada no he cogido nada aunque sí que ha habido algún equipo interesado, pero algunos se decantaron por otros entrenadores y otros no los he cogido yo. Mi pasión es el fútbol y además tengo una virtud o un buen defecto y es que me gusta mucho la competición. El día a día me encanta porque es la preparación hacia un objetivo que es el del fin de semana en el que se intenta ganar. Me apasiona el día de competición y esperemos que más pronto que tarde tenga la posibilidad de volver a entrenar.