El pasado domingo, Jannik Sinner afianzó su liderato como número 1 del ránking ATP al conseguir la victoria en el Open de Australia después de vencer al alemán Alexander Zverev. El italiano se llevó su tercer Grand Slam al vencer al alemán en tres sets (6-3, 7-6 y 6-3) con un dominio que le permitió igualar un registro que sólo habían alcanzado Rafa Nadal y Roger Federer en este siglo.
El manacorí y el suizo eran los únicos tenistas en el siglo XXI que habían logrado llevarse una final de Grand Slam sin tener un solo punto de break en contra. Roger Federer lo logró en Wimbledon 2003 frente a Mark Philippoussis para lograr su primer 'grande' y Rafa Nadal contra Kevin Anderson en el choque decisivo del US Open 2017.
Jannik Sinner no dio ningún tipo de opción a un Alexander Zverev al que incluso tuvo que consolar tras el duelo entre ambos, viendo el alemán que se le vuelve a escapar una oportunidad de oro para lograr un Grand Slam. Mientras, el italiano deja atrás la polémica por su supuesto positivo por dopaje del año pasado mientras se centra en un duelo individual con Carlos Alcaraz que promete hacer historia y en el que el español, al menos en Grand Slams, domina aún 4-3.
El público de la Rod Laver Arena, escenario que vio levantar el trofeo de campeón al balcánico Djokovic hasta en 10 ocasiones, corroboró por segundo año las similitudes entre el campeón de 24 grandes y la estrella italiana que acaba de cosechar su tercer 'slam'.
“Cada uno es diferente, aunque es obvio que tengo similitudes con el estilo de Novak, sobre todo en el estilo de juego”, agregó Sinner en rueda de prensa. “Intento saber lo que hace Nole, cuando son los momentos importantes. Tenemos cosas similares, el golpeo limpio desde el fondo, el hecho de comprender los tiros de tu contrincante”, mencionó Sinner como elementos que le asemejan al maestro de Belgrado.
Curiosamente, Sinner prescindió de su fisioterapeuta y preparador físico tras el escándalo por dopaje, y contrató a los expreparadores físicos de Djokovic: el italiano Marco Panichi y el italiano Ulises Badio.
A pesar de las infinitas alabanzas a los actuales entrenadores (Simone Vagnozzi y Darren Cahill), parte del mérito de su rotundo éxito se debe al gran trabajo realizado por el que fue su entrenador desde la infancia hasta hace un par de años, el italiano Ricardo Piatti. El técnico de Como (Italia) construyó un excepcional campeón, con altas dosis de agresividad que le han aupado hasta lo más alto en las pistas duras. Tres 'majors' consecutivos en esta superficie y un balance de 50 victorias por sólo tres derrotas en rápida.
El italiano señaló los “otros slams”, como las tareas pendientes para este 2025 que acaba de arrancar de la mejor manera, con el objetivo de amenazar el dominio en estas dos superficies, la tierra y la hierba, del español Carlos Alcaraz, campeón de las últimas ediciones de Wimbledon y Roland Garros.