Sin tetas no hay paraíso y, en el fútbol, sin goles es imposible ganar. Es de perogrullo. El problema del gol en el Recre no es nuevo. Llueve sobre mojado en el asunto de la puntería recreativista por lo menos desde hace cinco temporadas. Al menos esta campaña, y a pesar de lo tosco de su juego, el Decano crea ocasiones de sobra. El problema, el de siempre: el equipo llega, pero luego no sabe lo que hacer delante del portero rival. O sí, pero falla más que una escopeta de feria.
Álvaro Cervera dice en público que es mala suerte, que no va a cargar contra sus delanteros, pero él sabe que al equipo le falta algo más que una pizca de suerte para arreglar el problema. Al entrenador se le nota en su tono que está siendo políticamente correcto. Hay ocasiones que han perdonado los delanteros albiazules que no se pueden fallar en el fútbol profesional. Siempre queda el manido recurso de que la pelota no quiso entrar, pero la pelota no hace más que lo que el pie, o cualquier otra parte del cuerpo, le empuja a hacer.
A lo mejor esto es cuestión de confianza, de seguridad, o simplemente de machacar los remates en los entrenamientos. Lo mismo, lo que le falta a los delanteros es una terapia de 'coaching', que ahora se lleva mucho, para recuperar la autoestima. Pero creo que será más efectivo que, igual que se quedan algunos al final de los entrenamientos para ensayar las faltas, los atacantes del Decano hagan como en el cole con las clases de recuperación y se queden también para practicar los remates a portería. No sería la primera vez, porque ya digo que esto viene de lejos en el Recreativo, que desde que Uche se hizo con el 'Pichichi' de Segunda en la 2005-06, nadie ha vuelto a marcar más de 15 goles en una temporada, y eso es preocupante.
Los jugadores han querido quitar hierro al asunto después de la derrota en Sabadell diciendo que el equipo crea ocasiones y que, por lo tanto, los goles tienen que llegar. Un planteamiento que abusa en demasía de la lógica más ramplona. Porque, si así fuera, no habría que preocuparse de nada. Pero resulta que el Recre lleva sólo cinco goles en siete partidos y que sólo los dos últimos clasificados marcan menos en toda la categoría. Eso es un dato irrefutable y que habla muy a las claras de las carencias del equipo, y que quedarían más tapadas si, como en el caso del Xerez, al menos se le sacara una mayor rentabilidad a los goles que marca.
Está claro que es difícil encontrar un delantero goleador, y más con la economía de guerra del club, pero casi es de juzgado de guardia que el máximo realizador del Decano en las últimas temporadas no haya alcanzado ni los diez goles. Este año no veo mejor panorama, y menos si la puntería sigue tan desviada como las escopetillas de los puestos de las Colombinas.
Yo creo más en el trabajo que en la suerte, pero en el caso del conjunto albiazul me encomiendo ya a lo que sea para que acierte con la portería. De lo contrario, habrá que abonarse a los sufrimientos una campaña más.