Antonio Molina ha mimado mucho a este conjunto y ha rodeado a sus ídolos en ciernes de jugadores experimentados que contribuyan al progreso de los más jóvenes, en lo que se refiere a lo estrictamente deportivo y a la madurez con la que deben saber gestionar situaciones en la competición de alto nivel.
El último ejemplo que ha dado el salto al primer equipo es Juan Manuel Fernández Quiles, que juega regularmente con el primer plantel, posee experiencia internacional con los mayores y sigue avanzando a pasos agigantados. Pero no es el único. También hay esperanzas en Juan Bretones o José María Bernabé y, sobre todo, en las féminas Marta Calleja y Marta Molina, las deportistas más destacadas de su generación. Junto a ellos, la experiencia de Javier Torrado o Ana Aja, internacionales absolutos, entre otros deportistas, como la inglesa Hannah Littlecott. Incluso, años atrás y antes de cambiar la normativa la Federación, refuerzos internacionales como Ruben Gordown o Li Sang, jugaban habitualmente con ellos para contribuir al progreso de los canteranos.
Los éxitos deportivos se han gestado también en esta categoría, con un Campeonato hace dos años. En esta temporada, hasta el momento, los rinconeros han sacado adelante sus cuatro primeros compromisos, frente a Triana (4-3), Palma (6-1), San Fernando (5-2) y Arroyo Tejada (6-1), por lo que en el seno de la entidad no se ponen metas.
En cualquier caso, independientemente de los resultados, la meta principal de este equipo sigue siendo la de formar y dar partidos a los encargados, en un futuro próximo, de velar porque el Soderinsa siga siendo el mejor club de la historia del bádminton español.