Sobre su paso por el equipo nervionense, defendió su labor, y recordó que su trabajo lo refrendaron los resultados "para lo bueno y para lo malo". "Lo grande de todo esto es que dos años después se sigue hablando de Manolo Jiménez", recordó.
También revivió su cese en el club hispalense, algo sobre lo que dio una curiosa opinión: "Cuando fui destituido del Sevilla, como me dijo un amigo, 'pierdo un trabajo pero gano una vida'. Lo sentí así, porque había mucha presión por todos lados, el Sevilla bajó del cuarto al quinto puesto y está claro que un equipo como el Sevilla no se lo podía permitir ni podía llevarse seis jornadas sin ganar, y lo estuvimos. Respeté la decisión, tocó mi fin y recalé en otro equipo".
Asimismo, recordó el de Arahal que en su segunda temporada realizó un fichaje que fue "Diego Perotti, lo decía en las ruedas de prensa y se reían". Y rechazó absolutamente su imagen de entrenador cómodo. "Soy un entrenador tan cómodo que nadie se ha atrevido nunca a decirme quien tenía que jugar, llámese José María del Nido o Stabros en el AEK".
Jiménez evidentemente, no descartó una segunda etapa en el futuro en el Sevilla, aunque "no ahora". En esa hipotética segunda etapa hay cosas que el técnico cambiaría con respecto a la primera: "No ver enemigos en la prensa, no tomarme las críticas fundamentadas como personales". También comentó el nervionense que está "cansado de ser el eterno exentrenador del Sevilla".
Por último, se refirió a su comparación con Arsene Wenger, entrenador del Arsenal, y aseguró que él sacó "más jugadores de la cantera" que el técnico francés del Arsenal. También dejó claro que, en su opinión, el de Reyes sería un gran fichaje para el Sevilla
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