Un punto de partida para el análisis de la posible pero complicada vuelta de José Antonio Reyes al Sevilla FC. El canterano nervionense llama a la puerta del club hispalense tras una pelea con su entrenador y una evidente falta de disciplina. En este caso podría favorecer al conjunto nervionense este roce con el Atlético y su entrenador, Gregorio Manzano, pero, ¿haría lo mismo en un hipotético supuesto en el Sevilla si a Marcelino le da por cambiarlo continuamente, o si a Marcelino, o al entrenador de turno, le da por jugar con Kanouté, Negredo, Perotti y Navas y dejar, hipotéticamente, insistimos, a Reyes en el banquillo?
Este tipo de condiciones, características y comportamientos que el gran jugador utrerano, cuya calidad es indiscutible, ha adquirido en las últimas temporadas son las que ineludiblemente ponen el interrogante sobre un posible regreso de Reyes a Nervión.
Un posible regreso, por otra parte, que es deseado por ambos lados, por el Sevilla, que estaría receptivo, y por el jugador, que "estaría loco" por volver. La evidencia es una reunión totalmente confirmada en el Sánchez Pizjuán que niegan de forma asombrosa el representante del futbolista y hasta su padre, los dos presentes en el estadio nervionense. Hasta ese punto llegan las mentiras en este mundo del fútbol. En fin, nada extraño, en cualquier caso.
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