Por Juanma Garrido Anes
Estadio Deportivo
Lo dijo Cervera hace ya bastante tiempo: “Como este equipo baje un poco el listón nos gana cualquiera”. Correcto. Desde que se marcharan los Uche, Viqueira, Cazorla y compañía pocos jugadores desequilibrantes ha tenido el Recre para poder ganar los partidos con apenas dos chispazos. La pérdida de potencial decisivo ha sido paulatinamente proporcional al dinero caído al agujero negro de la deuda con el paso de los años. El pasado curso, con el equipo contra las cuerdas, tampoco hubo nadie que destacara en la faceta de líder; ningún jugador fue capaz de echarse el equipo a la espalda (aunque fueran más que destacables los destellos de Jesús Vázquez, de Juan Villar y de Fabricio en el tramo final de la temporada); si acaso, parecía que quienes de verdad lograron sacar a flote la nave estaban en el banquillo, algo que no dejó de ser positivo, pero no se debe olvidar que lo que vale en este deporte son los goles, no las pizarras ni las estrategias por muy buenas que éstas sean.
La ausencia de jugadores que resuelven partidos es una cuestión que merece especial análisis, porque no todo se puede excusar con la falta de dinero. Creo recordar que los otrora decisivos Xisco o el propio Uche (a quien no se fichó precisamente del Barcelona pagando un traspaso multimillonario, sino que vino del Racing de Ferrol) aterrizaron en Huelva gracias a tener unos ojos bien puestos no al dinero depositado sobre una mesa. Ahora no sé si faltan ojos, pero lo que nadie negará es que falta fútbol y continuidad, y para mí ese es el más grave de todos los problemas.