Todos esperaban una victoria de Camuray en los 1.400 metros del Premio Cajasol Banca Cívica, triunfo que, de haberse producido, habría convertido al velocista de la Yeguada Cortiñal en el primer purasangre que gana seis carreras en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner. Sin embargo, el purasangre preparado por Enrique León, favorito en las apuestas, se quedó con la miel en los labios y debió conformarse con la plata después de ver cómo Brave Prospector, recién aterrizado en el turf español, le superaba poco antes de rebasar el poste de meta.
No fueron muchos los que contaron en sus cálculos previos con el nuevo pupilo de Teo Callejo, que adquirió hace unas semanas en Inglaterra a este seis años por unos 18.000 euros, cantidad considerable pero insignificante si se comparan con los 180.000 euros que su anterior propietario pagó por él a principios de año después de que se colocara en un Listed Race. Sin embargo, y pese a su notable origen, sus carreras a las órdenes de su último preparador en Inglaterra fueron decepcionantes (se llevó siete salidas sin figurar), lo que propició su traslado a España, donde, si repite actuaciones como ésta, a buen seguro se ganará el pienso sobradamente y hará pasar por caja más de una vez a los dueños de la cuadra Los Intocables.
El mijeño Laazem demostró que no sólo sabe correr en arena, y en su primera carrera en el óvalo de Dos Hermanas se coló en un difícil trío del que se cayó por una nariz Dunedain y que se pagó en las taquillas a la nada despreciable cantidad de 797 euros. En una jornada repleta de sorpresas (el trío de la tercera carrera quedó desierto al no haber acertantes), este jugoso dividendo se quedó, en cambio, bastante lejos del más alto de la reunión, que correspondió a la cuarta prueba, Premio Apuesta Mutua Andaluza, la primera parte del hándicap dividido programado sobre 1.800 metros. Y es que la que, curiosamente, fue la carrera número quinientos que se celebra en el hipódromo nazareno conoció a un único acertante del trío, que se embolsó 1.613 euros al adivinar la victoria de Turrialba por delante de los no menos sorprendentes Chirivito y Esquío. Turrialba, uno de los caballos más regulares del momento en España (rara es la vez que no cobra), se impuso con relativa comodidad en la recta de tribunas después de haber salido de la última curva pegada a los palos. Ni Rubens, ni Medici Palace, ni Singapore Guy ni Opus (está muy lejos del purasangre que fue el pasado invierno), llamados a entrar en la pelea, se dejaron ver por los primeros puestos, lo que propició tan inesperada llegada y, por consiguiente, tan elevado dividendo.
No le fue a la zaga el trío de la segunda carrera, Premio Fernández y Roche (1.400 metros para ejemplares de dos años no ganadores), en el que se impuso la tan prometedora como inmadura Veleza, potranca preparada por Jorge Rodríguez que hace quince días ya había dejado una gratísima impresión en su primera carrera y que apunta bastante alto. Kiumars y Esgues completaron el podio en segunda y tercera posición, respectivamente, para dar forma a un trío que se pagó a 1.182 euros.
Tan buena pinta como Veleza tiene Vereda, que abrió la mañana con un soberano paseo en la milla del Premio Cría Nacional, reservado a los representantes de la generación precoz de origen español. Vereda fue la única favorita que cumplió las expectativas, y lo hizo exhibiendo destellos de mucha clase. Su jockey, Óscar Ortiz de Urbina, ni siquiera tuvo que exigirle para despegarse del resto de un lote aceptable en el que el conductor, Gnomo, acabó segundo y El Virginiano fue tercero.
El único trío que se le resistió a los aficionados congregados en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner fue el correspondiente a la tercera jornada, Premio Cadena SER, la segunda manga del hándicap dividido, que quedó desierto y generó un fondo de 1.136 euros para la quinta y última carrera. Fue tan inesperado el desenlace de esta prueba que José Carlos Fernandez, el preparador del caballo vencedor, Persicus, fue el primer sorprendido por la actuación de su pupilo, que acabó por delante de Covelo y de Meari, con el que el propio José Carlos Fernández creía a priori tener una gran oportunidad para ganar. Cosas del turf…