Cada vez que Domeside gana, algo distinto puede verse en el rostro generalmente serio de su preparador, Mauri Delcher Sánchez. No es para menos. Nadie mejor que él sabe cuánto le costó recuperarlo después de la gravísima lesión que se produjo tras ganar el derby español de 2009. Tan desgraciado percance podría haber supuesto perfectamente el final para cualquier purasangre, pero la enorme clase de este sensacional ejemplar exigían un esfuerzo extraordinario. Al menos, había que intentarlo. Y así fue. Tuvo que pasar casi un año y medio para que volviera a competir, y, al principio, muchos dudaban de que volviera a ser el de antes, pero el tiempo no está más que dejando en evidencia a esos incrédulos.
Vencedor del Memorial Duque de Alburquerque en primavera y segundo a menos de un cuerpo del gran Entre Copas en el Gladiateur, 2011 fue el de la resurrección de Domeside, que ha arrancado el nuevo año dándose un paseo en los exigentes 2.800 metros del maratón nazareno, dejando a la friolera de cinco cuerpos a Achtung, su gran rival en la prueba estelar de la octava reunión del ciclo invernal en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner. Cuando su jockey, Julien Grosjean, le pidió cambiar de ritmo en la última curva, Domeside, que hasta entonces había galopado tranquilo en mitad del pelotón, siempre muy vigilado por Achtung, progresó por el tercer carril para adelantar a los conductores, Don Hernando Hab y Le Courlis, y presentarse en la recta final en cabeza. Achtung, ganador del Villamejor, siguió inicialmente su grupa, pero pronto se vio que no podía con el ritmo del seis años de Safsaf, que se marchó camino del poste de meta con tal decisión que, mediado el derecho, la carrera ya estaba totalmente decidida. Achtung, al menos, aseguró la plata, por delante de Seminole Cry, que suma ya siete carreras sin bajarse del trío.
La otra victoria holgada de la reunión la protagonizó un sorprendente Juan Daniel, que, guiado por José Luis Borrego, presentó un interesante remate que no encontró réplica entre ninguno de sus adversarios en los 1.400 metros del Premio Sociedad de Carreras de Sanlúcar de Barrameda. Bentayga, a seis cuerpos, fue segundo, desmintiendo su anterior salida, mientras que la recién importada Ladykin cerró el trío.
La jornada se completó con un triple hándicap dividido sobre 1.600 metros. La primera manga, Memorial Javier Peinado de Gracia, sirvió para rendir un más que merecido homenaje póstumo a quien en su día desarrollara un papel fundamental en la consolidación y el desarrollo del turf en el sur. La apuesta trío se quedó sin acertantes, pues pocos pensaban que en un lote con varios caballos contrastados y generalmente regulares, Saltergate, con la monta de Iván López, triunfara, como lo hizo, de punta a punta, sin dar una sola opción a Arousa y El Africano, que fueron segundo y tercero, respectivamente.
No fue éste el único desenlace inesperado del día, ya que en la carrera anterior, Premio Grupo Ferro, la segunda parte del hándicap, tampoco hubo acertantes de la apuesta más complicada. Ganó Padrón, hijo de Baptize como Juan Daniel, algo difícil de creer de antemano teniendo en cuenta que llevaba cinco actuaciones sin pasar por caja; y lo hizo en la llegada más apretada, pues sólo una cabeza lo separó de Sandoval, que remató tarde pero muy bien y que, habida cuenta de la aceleración que mostró en los metros finales, había ganado en caso de que la herradura de meta hubiera estado cinco metros más allá de donde se encuentra. Lisselan Pharoah, aún no ganador a sus cinco años, vio recompensado el esfuerzo que realizó al marcar el paso del pelotón con un tercer puesto.
Por último, la tercera manga del hándicap, Premio Recuperadora Andaluza de Vídrio, se saldó con la victoria de Green Night, que galopó en retaguardia al comienzo para, posteriormente, ir ganando posiciones por el exterior y presentar un buen y medido ataque por su jockey, Raúl Ramos, que sirvió para superar poco antes de la meta a North East Corner, que había hecho prácticamente todo el trayecto en punta. Xamuray fue tercero, y quizá la próxima vez vuelva a acabar aún más cerca.