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Una oportunidad más para Marcelino


Los resultados no acaban de llegar en el Sevilla y los focos, como no puede ser de otra forma, empiezan a mirar, en primer lugar, al entrenador, a Marcelino García Toral. En casos como éste, en el que un equipo como el sevillista sufre un bajón, se aleja de los objetivos y empieza a perder confianza, el primer debate deben ser ponderar o al menos tener en cuenta los factores que entran en acción en estas situaciones. El primero anda entre el nivel de la plantilla y el entrenador. ¿Tiene el Sevilla plantilla suficiente para mejorar los resultados actuales? ¿tiene posibilidad Marcelino de sacar más fruto a estos jugadores? ¿mejora Marcelino al plantel o lo empeora?
Parece asumido que el nivel del plantel nervionense, sin ser estratosférico, está por encima del séptimo puesto de la Liga, de una eliminación temprana en la Liga Europa y de una difícil remontada en la eliminatoria de la Copa del Rey. ¿Es entonces Marcelino el mayor responsable, pues tiene jugadores suficientes, más aún con Reyes, de la mediocridad nervionese? Pues probablemente sí. Pero eso no quiere decir que su destitución sea la mejor de las soluciones.
El Sevilla, pese a los resultados negativos de los últimos encuentros, no da aún síntomas de desfallecimiento total. El equipo no está muerto. Está en una dinámica desastrosa de resultados, tiene fallos graves y absurdos en defensa, pero no ha bajado los brazos. Y eso es un punto a favor del técnico asturiano.
También es cierto que el conjunto nervionense sufre una indefinición total en el juego. Por momentos es ultradefensivo y espera atrás, por momentos sale al mediocampo a presionar de forma horrible, por cierto, y eso es también responsabilidad del técnico, faltaría más. Pero cabe la duda, en este aspecto sobre todo, de la responsabilidad de los futbolistas. Una responsabilidad, una indefinición y unos temores que suelen estar más en la cabeza de los futbolistas que en las indicaciones del entrenador. Eso se soluciona con confianza, con resultados. Si estos llegan, el equipo tiene margen de crecimiento, bastante, puede estar más alto de lo que está. Si el resultado positivo, si el espaldarazo moral no llega, el equipo irremediablemente se hundirá en la desesperanza. En ese punto habrá que buscar otras soluciones. Pero de momento el equipo está con Marcelino, el director deportivo, Monchi, también, y el presidente, también. Y eso le da un importante margen de maniobra, al menos por el momento.
 
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