En un partido en su coqueto estadio, a un grupo de seguidores les dio por portar llamativas flechas de colores para indicar a sus jugadores donde estaba la portería contraria, por si así lograban ayudar a los suyos a marcar. Se tomaron con humor los aficionados la racha de su equipo, que, por cierto, marcó en ese encuentro ante el Berliner AK. Eso sí, cayó 1-2.