Hace 14 años, un grupo de chavales se adjudicó para España el torneo de Mannheim. Una suertae de Mundial oficioso para menores de 18 años que se disputa en la ciudad alemana que es una base norteamericana. Allí estaban Carlos Cabezas, Germán Gabriel y Berni Rodríguez. También Pau Gasol, Juan Carlos Navarro o Felipe Reyes. Fue el germen de los juniors de oro, la mejor generación del baloncesto español. España ha reeditado este éxito 14 años después. Venció a Serbia en la final (76-65) tras un campeonato inmaculado en el que se venció incluso a Estados Unidos.
Allí había un representante malagueño, el joven Alberto Díaz, que habitualmente juega con el Clínicas Rincón, con bastante protagonismo a pesar de que no ha cumplido aún los 18 años. Díaz anotó 7 puntos en la final, en la que jugó 16 minutos. Es un base pelirrojo de 1.88 metros que mantiene la estela de otra generación triunfal en el baloncesto patrio.