Frederic Kanouté es nacido en Francia, cerca de Lyon. Y en sus maneras es indudable que derrocha ese punto de elegancia y glamour 'pret a porter', innato. En el campo de fútbol la despliega y la derrocha en forma de sutil fragancia, también gala. De esas que inundan lo circundante y reinan con su presencia.
En eso Kanouté es franco, galo, francés. En su calidad indudable también, y en sus formas, en su relación con lo que le rodea. Cordial, educado, respetuos.
Frederic Kanouté es malí (o maliense) de corazón. Vive por aquella tierra, la de su padre, la que le da su religión musulmana, la que le otorga ese carácter solidario, preocupado. La que le hace ir más allá del fútbol, la que le hace ser una figura que trasciende el césped, que trasciende el equipo de aquí o de allá, la que le hace ser respetado por aficionados, políticos, eternos rivales; la que le hace pronunciarse sobre conflictos y la que le hace no ser indiferente a nada de lo que pasa en el mundo. Es malí (o maliense) en su zancada de gacela en el terreno de juego, en su potencia física, en su salto portentoso por encima de todos los rivales, en sus goles, en su raza.
Frederic Kanouté es sevillista de corazón, es ya leyenda y a la vez historia viva del club, historia presente del club. Frederic Kanouté es ya el Sevilla. El escudo, la afición, el himno, Arza y Kanouté... Se ha convertido en uno de esos futbolistas que cambian la historia de un equipo. Llegó, espigado como es, sin pasar inadvertido, pero sin la vitola de estrella. Nadie se imaginaría en lo que se ha convertido. Sí, yo vi jugar a Kanouté, y todos los sevillistas que lo vieron jugar, incluso los no sevillistas, no podrán evitar la mueca de admiración, respeto y asombro cuando con los años escuchen su nombre.
Todos los sevillistas que lo vieron jugar no podrán dejar de esbozar un gesto de felicidad y dejar de sentirlo suyo. Porque un día, en muchos días, en Sevilla, en Madrid, en Eindhoven, en Glasgow, en Mónaco, ese espigado futbolista que trasciende el fútbol les hizo felices y pasó a formar parte de sus vidas.
Kanouté es franco, malí y Sevilla, ya es parte de las cuatro esquinas de Nervión y de esa realidad que se convertirá en recuerdo. Frederic Kanouté vivirá ya siempre en el Sevilla, en su historia. Kanouté es ya Sevilla FC.
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