Ahora lo hace el canario, que terminó como titular la temporada pasada y ha empezado la presente con la confianza de Pepe Mel. Pero sus actuaciones dejan dudas y plantean un dilema al técnico verdiblanco. El extremeño aguarda a sabiendas de que, si el rendimiento de Fabricio no mejora, tendrá la ocasión tarde o temprano. Lo difícil, visto lo visto, es que consiga aprovecharla cuando se le presente.
Los dos buscan asentarse pero ninguno lo hace. Por el momento, parece que Mel seguirá apostando por Fabricio, que en sus manos tiene no solo defender la portería del Betis, sino también su futuro.