Crooke, al Mundial de Ironman 70.3 de Las Vegas
El atleta del Real Club Mediterráneo vuelve a demostrar este año que es un auténtico 'hombre de hierro', tras haber logrado en 2011 un puesto en el mítico Mundial de Kona, Hawai, meca para cualquier atleta que practique este exigente deporte.
“En Galway hemos participado casi 2.000 atletas y mi categoría era la más numerosa, casi 500; así que ha sido todo un reto acabar segundo en esta prueba, en la que he invertido un tiempo de 04:47.33. Ha tenido lugar en la costa este de Irlanda y los dos días previos estábamos bastante asustados, porque había un temporal de viento y hacía mucho frío", cuenta.
"Al final, el domingo mejoró, aunque el agua estaba muy fría, unos 14 grados, y tuvimos que nadar con neopreno y al borde de que acortaran la parte de natación a la mitad. Pero lo peor fue el recorrido en bicicleta, por el mal estado del asfalt. Además, se me olvidaron las zapatillas de pedalear y lo tuve que hacer con las de correr. Aun así, hice muy buena prueba. No obstante, la clasificación para Las Vegas ha sido toda una sorpresa", señala.
En el 2005, la WTC’ instituyó el Ironman 70.3. Esta distancia más corta, conocida anteriormente como medio Ironman, consiste en 1.900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 kilómetros de atletismo. “Como el año pasado me clasifiqué en Frankfort para el Mundial del Iroman completo de Hawai, en el que participé, esta temporada me apetecía hacer algo más intenso, como es el caso de esta competición, que es la mitad de un Ironman”, afirma Crooke.
Para preparar la prueba de Galway, Crooke compitió este año en el Ican de Marbella e hizo el Ironman de Houston en el mes de mayo, “con idea de coger volumen de entrenamiento". "El Mundial de Ironman 70.3 de Las Vegas será el 9 de septiembre de 2013 y aún no sé que es lo que me voy a encontrar. Lo que si tengo claro es que es más difícil clasificarse para este Mundial, que para la prueba completa de Kona”, afirma.
Duo Crooke, de 37 años, ha destacado desde joven en natación de fondo. El triatleta del Real Club Mediterráneo no es profesional de este deporte, sino que lo practica robando el tiempo a su familia y haciéndolo compatible con su profesión como reconocido dentista malagueño.