Enfrente tenía a todo un ex número 5 del mundo como es Tommy Robredo, quien también posee una ‘Copa Sevilla’, la del año 2000. Pero el catalán no ha ofrecido toda la resistencia que a los espectadores les habría gustado debido al desgaste físico que le supuso la semifinal contra Íñigo Cervantes, de 3 horas y 22 minutos de duración.
Bastante menos ha necesitado Gimeno-Traver para llevarse la final, 1 hora y 2 minutos. La hazaña se ha intuido desde el primer punto, ace del tenista valenciano. En el cuarto juego ya ha conseguido el break (3-1), suficiente ventaja para apuntarse el primer set por 6-3.
La segunda manga ha continuado con la misma dinámica, con un Gimeno-Traver mostrando un excelente estado de forma y un Robredo cansado, hasta el punto de no correr tras bolas difíciles pero no imposibles.
Así las cosas, el tenista valenciano consiguió una rotura en el tercer juego (2-1) del segundo set, primero, y en el quinto (4-1), después. De poco sirvieron los ánimos de los casi mil espectadores que abarrotaron las gradas cuando el de Hostalrich servía para el 5-2, ya que en el juego inmediatamente posterior, Gimeno-Traver sentenciaba la final con un 6-3 y 6-2.
Tal y como hiciera al ganar en semifinales al serbio Boris Pashanski, Daniel Gimeno-Traver celebró el último punto dedicándole un tímido baile a su equipo.
Ya en la ceremonia de entrega de trofeos, ambos jugadores tuvieron palabras de agradecimiento tanto a la organización como al público asistente. El flamante campeón se atrevió a bromear pidiendo más torneos en Sevilla dado lo bien que se le da jugar en esta ciudad.