Andrés Palop, portero del Sevilla, sigue con su recuperación tras un golpe en la mano de la semana pasada que le produjo un pequeño esguince en un dedo gordo. Hasta este miércoles no había hecho portería, pero para no poner en peligro su recuperación ha trabajado de forma curiosa, con balones de plástico.
El meta valenciano, de espaldas, reaccionaba ante el rebote de las pelotas de plástico en una malla colocada en el campo de entrenamiento. De esta forma evitaba el contacto con los balones oficiales, mucho más duros y que podían haberle ocasionado daños.