Lo cierto es que Mel tiene peso en este Betis; quizás porque ha vivido desde dentro la mayor transformación del club en los últimos tiempos y se ha erigido en una figura de autoridad.
Cien partidos que tanto él como el club y la afición esperan se conviertan en muchos más, pues el Betis sigue creciendo de su mano y muchos le ven como el hombre llamado a proporcionarle ambición de cara al futuro próximo.