Es Noticia

Los anales del balonmano sevillano (II)

La Federación Sevillana convocó una vez más a los equipos sevillanos, a principios de la temporada 1962/63, para poner en marcha una nueva edición de la competición provincial y aprovechó para convocar también un curso de capacitación de árbitros.

Nueve equipos formaron parte del torneo: se estrenaron en el Campeonato Sevilla CD, Banesto, Juventud, Altair y Fuerzas Aéreas y repitieron Universidad Laboral, Sevilla FC, ISA y Real Betis, que, a la postre, volvería a proclamarse campeón teniendo como base el potente equipo de la Escuela de Formación Profesional.
La Facultad de Medicina se proclamó campeona universitaria del curso 1962/63 al derrotar en un encuentro bastante disputado a Peritos Industriales. En las semifinales se quedaron Ciencias y Aparejadores.
Por otra parte, el equipo representativo de la capital hispalense, Salesianas AA., consiguió la clasificación para la final del Campeonato de Segunda categoría al proclamarse campeón de la fase sector en la que participaron conjuntos de Almería, Ciudad Real, Córdoba y Jerez.
Después del impulso que supuso para el balonmano sevillano la creación de la Federación Sevillana en 1956, a mediados de la década de los 60 llegó un periodo de decadencia. Un artículo publicado en noviembre de 1963 en el diario ABC habla de la "dificultad de organizar el Campeonato Provincial por no contar con suficientes equipos". La desaparición de las secciones deportivas del Real Betis y el escaso interés que mostraba el Sevilla FC por la suya dificultó la organización del torneo provincial.
Sin embargo, a duras penas, consiguió ponerse en marcha el Campeonato Provincial con la participación de los equipos Universitario, Deportivo Laboral, Banesto, ISA, Universidad Laboral, San Bernardo y Macuto. El C.A.D. Universitario recogió el testigo de mejor equipo provincial tras la desaparición del Real Betis, ganador de las dos ediciones anteriores. Con esta situación organizativa sorprende la intención de la Federación Sevilla de organizar a principios de 1964 un campeonato de segunda categoría.
En el Campeonato Escolar, la Universidad Laboral se proclamó campeón tras derrotar en la final al Claret (10-7) y, por tanto, se clasificó para la posterior fase de sector.
Los Juegos Deportivos de Otoño acogieron en 1964 un torneo femenino en el que apareció por primera vez el CREFF sevillano, que años más tarde sería el abanderado del balonmano hispalense durante muchas temporadas en categoría nacional. La victoria correspondió al Medina de Valencia y completó la competición otoñal la Sección Femenina de Jerez.
Los malos augurios del artículo publicado en ABC unos meses antes se terminaron por confirmar en la temporada 1964/65. Con nueva directiva al frente de la Federación Sevillana, ésta se vio imposibilitada por las fechas para organizar el ya tradicional Campeonato Provincial, sustituyéndolo por el denominado Trofeo Federación en el que compitieron nueve equipos y del que pocas más noticias se tienen de su desarrollo. Los conjuntos en liza fueron Náutico, Universidad Laboral, Banesto, ISA, Cymajuba, Boris Cadu, Escuela de Formación Profesional, Colegio Claret y CADU (Universitario).
En cambio, es una época en el que florecen los torneos escolares y juveniles. Sevilla acogió, en marzo de 1965, la fase de sector de los Campeonatos Nacionales de selecciones provinciales juveniles. La selección sevillana, dirigido por Antonio González Rufo, no pudo conseguir la clasificación para la fase final, siendo derrotada por el combinado cordobés. Unos días más tarde, finalizó la fase provincial de los Juegos Escolares con victoria de la Universidad Laboral en categorías juvenil e infantil.
Además, se celebraron los I Juegos Deportivos de la Juventud con amplia participación de los centros escolares sevillanos. Los vencedores fueron Universidad Laboral, que ganó a Hogar San Fernando (20-4), en infantil; Porta Coeli, que doblegó en la final juvenil a Salesianos San Pedro (17-10); Claret sobre Salesianos Triana (13-8), en mayores; y Colegio Salesianas venció a Hogar Isabel la Católica (6-2), en féminas. En las mismas fechas, la capital andaluza se convirtió en el epicentro nacional del deporte universitario al ser la sede de los Juegos Universitarios Nacionales con participación de la Hispalense tanto en balonmano masculino como femenino.
Las cosas seguían sin ir demasiado bien en el balonmano federado. A vueltas del verano, la Junta Provincial de Educación organizó una reunión para "reorganizar la Federación Sevillana de Balonmano y dar nuevo impulso a este deporte", según se lee textualmente en la nota enviada a los medios de comunicación de la ciudad. Mientras, los Juegos Deportivos de Otoño volvieron a tener protagonismo femenino con participación de CREFF de Sevilla, Medicina de Madrid y Medicina de Granada.
Presentación de equipos antes de un partido en el Pabellón Universitario de la Macarena
A finales de 1965 llegó una de las pocas noticias positivas del año con el anuncio de la inauguración del Pabellón Cubierto en las instalaciones deportivas universitarias de la Macarena, que se convirtió de esta forma en la primera instalación cubierta de la ciudad.
Los campeonatos escolares y los II Juegos Deportivos de la Juventud (victoria de la Universidad Laboral, en juvenil y grupo libre; y de Hogar San Fernando, en Primera enseñanza) acapararon la actividad balonmanística en la ciudad en los primeros meses de 1966. Mientras, la ausencia de una selección sevillana en el Campeonato de España de selecciones juveniles sirvió de excusa para recordar en la prensa local que el balonmano era, en esos momentos, un deporte prácticamente desaparecido en Sevilla.
Varios meses habría que esperar, en concreto hasta noviembre de 1966 (ya en la temporada 1966/67), para volver a tener noticias de un torneo organizado por la Federación Provincial de Balonmano, el Trofeo de la Junta Provincial de Educación Física y Deportes, con la participación tan sólo de cuatro equipos: CADU (Universitario), Claret, Banesto y Cymajuba. Aunque no se tienen más noticias del mismo, se conoce que el Claret fue el representante sevillano en la fase previa del Campeonato de Segunda división, en la que perdió la final a manos del CADU madrileño por un apretado 16-15.
En la primavera de 1967 se conocieron los equipos universitarios clasificados para la fase de sector de la Juegos Universitarios Nacionales, que fueron E.T. Aparejadores y Ciencias (masculino) y Ciencias y Bellas Artes (femenino) y los vencedores de los Campeonatos Escolares: Claret (infantil y juvenil-grupo primero) y Escuela de Formación Profesional (juvenil-grupo segundo).
El equipo FASA antes de disputar un partido
La temporada siguiente (1967/68) comenzó con el ya tradicional torneo integrado en el calendario de los Juegos de Otoño. En esta ocasión, el FASA sevillano (máximo exponente del balonmano hispalense en los años siguientes) perdió la final ante una selección valenciana por 18-3. Un conjunto de la Universidad de Sevilla participó en la Liga Nacional Universitaria. Como curosidad, una de las alineaciones del equipo universitario hispalense fue la formada por A. Sánchez, Pérez, Iglesias, Castillo, J. Sánchez, Prat, Gestil, Díaz, Vergara, Porras y Rodríguez.
Esta campaña es la de la consolidación definitiva del balonmano en Sevilla, incluso con una doble participación –por primera vez- en Primera Nacional por parte del FASA y el Banesto con desigual trayectoria. El equipo ‘automovilista’ estuvo toda la temporada en la zona noble de la clasificación, aunque en el tramo final cedió el primer puesto al Educación y Descanso, de Córdoba. La trayectoria del Banesto fue, en cambio, más negativa y transcurrió por la zona baja de la tabla durante toda la Liga.
La competición provincial se desarrolló a través de un triangular en el que participaron San Fernando, Nervión y Universidad Laboral, que se proclamó vencedor y, aunque se ganó el puesto, no pudo participar en la fase de sector de Segunda división debido a un problema burocrático de la Federación Provincial.
En otras competiciones, la Universidad Laboral fue la auténtica dominadora de los campeonatos escolares al clasificarse para la fase nacional de los Juegos Escolares en categoría juvenil y para la de sector en categoría infantil. Por otra parte, el FASA Renault triunfó en la fase de sector de los Juegos Deportivos Sindicales.
La temporada 1968/69 comenzó con el torneo encuadrado en los V Juegos Deportivos de Otoño, en el que se impuso el Banesto madrileño al derrotar en la final por 25-23 al FASA sevillano, que en esta campaña se convirtió en el único representante hispalense en categoría nacional, finalizando de nuevo en la segunda plaza por detrás del Educación y Descanso de Córdoba. En diciembre de 1968, el equipo automovilístico organizó el Trofeo Francisco Camas Carmona en memoria del jugador del equipo sevillano fallecido unos meses antes, ganado por el Atlético de Madrid y que también contó con la participación del FASA, selección de Córdoba y Aragón 17 de Málaga.
A primeros de 1969 se organizan los Campeonatos Provinciales de primera categoría y juvenil, en los que participan Banesto, Universidad Laboral, Colspe y Club Natación en sénior; y FASA, Heliópolis, Claret, San José, Casa Hogar San Fernando, Universidad Laboral y Escolapios para la competición juvenil. En primera categoría repitió triunfo la Universidad Laboral con un equipo compuesto por Marcelino, Candela, Morata, Laguna, Civit, Segura, Madrid, Lemes, Carrasco, Sánchez, Fernández, Chica, Muñoz y los porteros Pérez Aranda y Vielba Merino.
A mediados del mes de febrero, la Federación Sevillana organizó en el colegio Claret unas jornadas de trabajo para entrenadores locales en las que participó el por entonces técnico de la Federación Española de Balonmano y hoy presidente, Juan de Dios Román.
Además, el CREFF sevillano participó en el Campeonato de España femenino, sin demasiada suerte al quedar en octava posición, pero que le consolidó como el máximo exponente del balonmano sevillano femenino a nivel nacional.
El arranque del estío hispalense trajo una modificación sustancial en el panorama de los terrenos de juego sevillanos que afectó de lleno al balonmano sevillano, con la clausura de las instalaciones universitarias de la Macarena, para construir en ese lugar el actual H.U. Virgen Macarena, y la inauguración parcial de las de Chapina.
Otro cambio decisivo en el balonmano sevillano fue la integración del FASA en la estructura del Sevilla F.C., que de esta forma se convirtió en el único representante sevillano en Primera división en la temporada 1969/70. En la segunda edición del Trofeo Francisco Carmona, el conjunto sevillista sólo pudo ser segundo, por detrás del Os Belenenses luso y precediendo al Club Cid gaditano.
En el tramo final de 1969 se pusieron en marcha los I Juegos Deportivos de la Provincia con participación de diferentes pueblos sevillanos en la modalidad de balonmano y en los que los vencedores en las diferentes categorías fueron Utrera (alevín), Carmona (infantil) y Osuna (juvenil).
Equipo del Sevilla F.C. que tomó el relevo del FASA en Primera división
La participación del Sevilla F.C. en el Campeonato de Primera división, tras haber incorporado a su estructura al FASA, no pudo mantener el extraordinario nivel que había mostrado el conjunto automovilístico en las tres temporadas que fue el representante sevillano en la segunda categoría del balonmano nacional al finalizar la Liga en la sexta plaza.
Las malas noticias volvieron a cebarse con el balonmano provincial. Con la dimisión del presidente de la Federación Sevillana de Balonmano, Antonio Chaparro, en enero de 1970 se fueron al traste las intenciones de organizar una nueva edición del Campeonato Provincial. Aunque en un principio se habían inscrito ocho conjuntos, las bajas de FASA, OAC y Sevilla F.C. obligaron a la suspensión del torneo provincial al requerirse un mínimo de seis equipos para tener oficialidad.
A partir de la temporada 1970/71 se retoma la actividad provincial, en buena medida por el apoyo del jugador y empresario Manuel Yedro, que patrocinó un torneo con notable participación y que dio nombre al Campeonato Provincial a partir de dicha campaña y en el que empezaron a participar equipos de la provincia. La década de los 70 es la de la definitiva consolidación del balonmano sevillano con la participación de numerosos equipos sevillanos en categoría nacional en fechas posteriores, como el San José, BM Sevilla, Rochelambert, CREFF, ABF y Sólucar, entre otros.
Campos de juego repartidos por toda la ciudad
Una de las mayores complicaciones en los comienzos del balonmano sevillano fue encontrar campos propicios para su práctica. Los primeros encuentros se realizaron en el campo del Frente de Juventudes en Bellavista. Después se inauguró a bombo y platillo un terreno de juego en la Glorieta Virgen de los Reyes del Parque de María Luisa, que, a la postre, duró muy poco tiempo en funcionamiento. Las competiciones universitarias de balonmano a once se celebraban en el campo del subcomité. Otros terrenos de juego usados en esos primeros años fueron el de la Escuela de Formación Profesional de la Diputación, el Cine Rex (Nervión) y el colegio Porta Coeli. Un salto cualitativo fue la apertura de las instalaciones universitarias de la Macarena (primero con el campo al aire libre y más tarde con el pabellón cubierto) y la entrada en competición de equipos representativos de centros educativos, como el Claret y la Universidad Laboral, que pusieron sus campos a disposición de los diferentes equipos. Otros campos utilizados fueron el de San Bernardo y Piscinas Sevilla hasta la inauguración de la pista descubierta de Chapina. Como curiosidad, el Real Betis llegó a jugar un partido en el estadio Benito Villamarín en una jornada pro secciones deportivas y tras un encuentro del equipo de fútbol contra el Atlético de Madrid. Ni que decir tiene que todas estas pistas eran descubiertas, a excepción del pabellón cubierto de la Macarena, que fue inaugurado poco antes de la clausura definitiva de las instalaciones. Curioso eran las pistas de la Universidad Laboral, los conocidos barracones, cuyo techo sólo cubría la pista de baloncesto, lo que dejaba a la intemperie ambas áreas y, por tanto, a los porteros.
Cymajuba, un equipo peculiar con un marcado carácter familiar
Un caso peculiar de equipo sevillano de balonmano es el CYMAJUBA, que se estrena en competición en la temporada 1964/65 y que se mantuvo vivo hasta entrada la década de los 80. Su característica diferencial es que estaba formado por jugadores de aquellos inicios del balonmano universitario a mediados de los 50 y que, con el paso de los años, quisieron seguir practicando su deporte. Por supuesto, siempre compitieron a nivel provincial y su ambición se alejaba del aspecto puramente competitivo. Los propios jugadores destacan del CYMAJUBA el carácter familiar del grupo humano que lo formaba. De hecho, a los partidos iban acompañados por sus mujeres e hijos y, por supuesto, después del partido tocaba reponer fuerzas de la mejor forma posible. Además, después de los entrenamientos en Chapina eran habituales del bar El tercer tiempo, ubicado en las inmediaciones de las desaparecidas instalaciones deportivas estrenadas, en una primera fase, en el verano de 1969.
 
Consulta reportajes como este y similares en la Revista Chapina.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar