En su última carrera, justo antes de ser retirado de la competición y de ser enviado a Marruecos para que ejerza de semental, Silverside desprendió su último fogonazo de clase para vencer con autoridad en la milla del Gran Premio de Andalucía, la estelar prueba con la que ha concluido la temporada que se ha venido celebrando en el hipódromo de Dos Hermanas.
Así, ganando una prueba importante, imponiendo su calidad sobre rivales de consideración, es como se tienen que retirar los grandes purasangres. Tras 31 carreras, en las que sumó 8 victorias (entre ellas, un Grupo 2 en Alemania, así como la Poule de Potros, el Carudel y el Hispanidad, en dos ocasiones, en España) y 15 colocaciones (a destacar dos en el prestigioso Dubai Carnival), el producto más preciado de cuantos han defendido la chaquetilla a cuadros azules y amarillos de la cuadra SafSaf, a sus siete años, pasa a la cría, función para que sólo son elegidos los mejores de la especie.
Antes de la carrera, Jeremy Crocquevieille no lo tenía claro. “Va a ser difícil”, reconocía el sensacional jinete francés mientras consumía los minutos previos sentado en un sofá del cuarto de los jockeys. Su impresión personal se correspondía con la de la mayoría de los aficionados, que daban como favorito al enrachado Indiano (ganador del Gran Premio Nacional y de la preparatoria en esta temporada) y que ni mucho menos descartaban que Jakemate diera un golpe seco sobre sus contrincantes. Es cierto que todo el mundo contaba con Silverside a la hora de formular sus apuestas, pues un caballo de su nivel tenía que figurar en la pelea sí o sí por muy lejos que pareciera estar de su mejor forma, aunque costaba creer que su resurgimiento fuera a producirse en el día más difícil. Pero sí, así fue.
Nada más abrirse los cajones, el pensionista de Mauri Delcher Sánchez salió disparado. Quería galopar. “Es muy ardiente. Sabíamos que Jeremy no debía pelearse con él, que le tenía que dejar ir al ritmo que quisiera”, analizaría después, ya con el trofeo de vencedores entre sus manos, la jockette y assistant trainer Diana López. Y Crocquevieille cumplió las órdenes. Lejos de tirar de las riendas para frenar el ímpetu de Silverside, dejó que corriera tanto como quiso. Su arranque fue tan rápido que sólo Tashqeel aguantó su paso, mientras que el resto del grupo marchaba con unos ocho cuerpos de desventaja justo antes de dibujar la única curva del recorrido. Tashqeel cedió pronto mientras que el pelotón, con Indiano y Jakemate demasiado atrás, recortó distancias, aunque no las suficientes, ya que Silverside enderezó el camino junto a las tribunas con todavía varios cuerpos de ventaja. Y eso en la pista del Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner, que tanto premia a los punteros, es un factor determinante. El de Crocquevieille, emulando sus mejores actuaciones, se fue con decisión a ganar. Tenía toda la recta para él, con la única amenaza de Indiano, que, como se esperaba, reaccionó e inició una persecución tan bonita como infructuosa en la recta final. Debió conformarse con ver de cerca, aunque inalcanzable, la grupa de Silverside. No pudo aspirar a más. Muy atrás llegaron el resto, siendo Don Fernando Hab tercero para sorpresa de muchos.
El formidable triunfo de Silverside fue el colofón a la jornada y, también, a toda la temporada, cuyo balance ha sido realmente positivo en todos los aspectos. La reunión comenzó con sendas pruebas reservadas a ejemplares de origen español. En la primera, un sprint para potros y potrancas de tres años sobre 1.000 metros, Devil Black volvió a demostrar su condición de flyer nato al sumar su segundo triunfo seguido sobre la distancia, completando un interesante balance de dos triunfos y otros tantos segundos puestos en cuatro actuaciones. El pupilo de Isidoro Gómez, con el hijo de éste, Álvaro Gómez, en la silla, cantó victoria tras un emocionante duelo con Briseida, a la que batió después de que ambos purasangres remataran prácticamente en paralelo en los dos hectómetros finales. Sunami completó un trío bastante previsible, como también lo fue el resultante de la otra prueba con ejemplares nacionales en liza (1.400 metros para caballos y yeguas de cuatro años en adelante) y en la que se impuso con suma claridad el gran favorito, Victor’s Bet, al culminar un firme recorrido en vanguardia. El veterano Corcubión se colgó la plata, mientras que Ariza remató mejor que sus adversarios para completar el trío.
La reunión se completó con las dos mangas del hándicap dividido, programado esta vez sobre 1.800 metros. En la primera parte, Premio Emasesa Metropolitana, Jordan Water dejó a los presentes con la boca abierta al triunfar con un portentoso remate postrero por el carril más interior. Por calidad destacaba en el lote, pero no era fácil confiar en él habida cuenta de que reaparecía tras cinco meses parado y de que, además, lo hacía con 62 kilos encima de su lomo y con la monta de la aprendiz Cristina Buesa. Todos estos inconvenientes no fueron suficientes para impedir tan llamativa victoria por delante de Chirivito y Pichuca, que fueron segundo y tercero, respectivamente.
Finalmente, en la segunda manga, Premio Cruzcampo, la victoria correspondió a Bouquetot Belle, que, como ya hiciera hace tres semanas, venció con un atrevido recorrido de punta a punta que asfixió a sus contrincantes. Antes de que se abrieran los cajones, todos daban por seguro el triunfo de Cudón, peor éste realizó una defectuosa salida y perdió diez cuerpos en el arranque que lo sentenciaron. Vaclav Janacek, con otra soberbia monta, hizo todo lo que estaba a su alcance para que su caballo se reenganchara a la carrera, y, culminando una remontada extraordinaria, lo consiguió en los hectómetros finales, aunque para entonces ya llegó sin fuerzas y sin opciones de dar caza a la ganadora, que fue escoltada por Angle Droit y La Nava, que establecieron el trío más alto y difícil de la jornada, tanto que se pagó a 1.223 euros.