De esta forma igualan a los sevillanos en la tabla y superándolos por tener a favor el average particular. Por tanto, el equipo hispalense ahora ocupa el farorillo rojo de la clasificación y la única ventaja es que disputará un encuentro más que los nazaríes, que descansarán en la última jornada. La única solución para que el Helvetia, que se medirá en las dos últimas jornadas al no acabe en último lugar y se salve de jugar la promoción de descenso será sacar un punto más que el Universidad de Granada, bien en su visita al Arquitectura, bien en el cierre liguero en casa contra el Portuense.
Fue una lástima para el quince sevillano, pues igual que en otros compromisos previos, como ante el Alcobendas o en Granada, se puso por delante en la primera mitad, pero como ocurrió entonces se desfondó en los últimos 15 minutos para acabar ampliamente derrotado por los levantinos. Les Abelles dio primero con un golpe de Ibáñez y un ensayo de Vilar al cuarto de hora, aunque el trabajo defensivo del Helvetia, con mucha intensidad y continuidad en la delantera, permitió remontar con dos marcas de Vita y Murados justo antes del descanso (10-8).
El desplome físico llegó en esos segundos 40 minutos, cuando Les Abelles aprovechó el cansancio de los locales, que no pudieron contar a última hora con el capitán Ollero por una contractura en la espalda y entró el juvenil Picabea, y se colocó arriba con un ensayo de Steffan (10-15) antes de los fatídicos 15 minutos; entonces, una marca de Iván y dos posteriores del escocés Jake, quien también fue un tormento en la primera vuelta, ampliaron la renta valenciana e impidieron a los hispalenses sumar al menos un punto bonus.
Las cuentas son claras y es evidente que el Helvetia necesita puntuar en los 160 minutos que le quedan de liga si no quiere pelear por la permanencia con el último clasificado del Grupo A. El próximo sábado, a las 16:00 en Madrid, tendrá la primera ocasión para salir del pozo.