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Rafa Coronado, el jugador de la dulce sonrisa

La vida de Rafa Coronado, que nació en Dos Hermanas el 5 de junio de 1990, no se podría entender sin el voleibol, deporte con el que disfrutaba de cada entrenamiento, de cada partido. El voleibol y Rafa se cruzaron para siempre en los primeros años de colegio de este joven, en el colegio público Cervantes de Dos Hermanas.

Allí el deporte que se practicaba en los recreos era el voleibol, fruto del trabajo del entonces director, Don Antonio Marín, actual presidente del Club Voleibol Esquimo.
Rafa no tardó en destacar como jugador, lo que le valió que José Manuel González, ‘Magú’, lo hiciera jugador del primer equipo. "Rafa ha sido el único jugador que a lo largo de toda mi trayectoria deportiva venía al final de cada entrenamiento y me daba las gracias. Lo que él transmitía, esa ilusión, es lo que me gustaría que mi hijo transmitiese a la gente”, con estas palabras quiso recordarlo ayer ‘Magú’.
El receptor del Cajasol Juvasa, fallecido en la madrugada del viernes en Dos Hermanas, consiguió en 2006 el Campeonato de España con la selección andaluza en categoría cadetes y fue uno de los jugadores de la cantera que consiguió hacerse un hueco en el primer equipo
La muerte sorprendió a Rafa Coronado en su último año de Arquitectura, en la Universidad de Sevilla. Tenía ganas de terminar la carrera y cumplir uno de sus sueños, el de diseñar y construir su propia casa. Junto al voleibol, la música ‘house’ era la otra gran pasión de este noble joven.
Los estudios universitarios hicieron que Rafa tuviera que disminuir el tiempo dedicado al voley, aunque siempre estuvo ahí cuando el míster lo necesitó.
En verano, Rafa aprovechaba los días en la playa de Mazagón, Huelva, para jugar al voley playa. Allí veraneaba con su familia. Sus padres, Julián y Maribel tuvieron tres hijos. El era el mayor de los hermanos.
En el mundo del voleibol Rafa conoció también, además de a muchos de sus amigos, a su novia, Raquel, con la que acudía a ver al Cajasol Juvasa cuando no era convocado para el partido.
En el Esquimo Rafa siempre será recordado como un jugador que contagiaba su ilusión a todos, “incluso a los que en algunos momentos la perdíamos”, recuerda Mario Segura, capitán del equipo.
Rafa siempre recibía a todo el mundo de la misma forma, con una gran sonrisa. Y así lo recordaremos todos siempre, sonriendo. Rafa era el jugador de la eterna y dulce sonrisa.
Rafa Coronado fue enterrado este domingo en el cementerio de Dos Hermanas. La capilla del tanatorio nazareno se quedó pequeña, y fueron muchas las personas que tuvieron que quedarse fuera porque dentro ya no se cabía. Han sido muchas las personas que han pasado por el tanatorio para dar su último adiós al jugador del Cajasol Juvasa.
Compañeros de equipos, tanto del Cajasol Juvasa como de la selección andaluza, jugadores de muchos clubes de Sevilla y gente del mundo del voley en general, así como compañeros de estudios (colegio, instituto o facultad de Arquitectura), han arropado a la familia en estos duros momentos. El club agradece también las muestras de cariño que se han recibido desde la prensa.

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