El Soderinsa Rinconada afrontaba el reto de alcanzar, un año más, la gran final del Campeonato de España. Sobre el papel, el rival que le había tocado en suerte en semifinales era inferior, y los rinconeros tenían una mínima ventaja del partido de ida (3-4). Pero el mensaje enviado a través de los medios de comunicación costasoleños de que la remontada era posible había calado, incluso había venido un autobús repleto de público desde tierras malagueñas al Fernando Martín.
Los sevillanos, por su parte, eran conscientes de su favoritismo, a pesar de las dudas que pudiera generar la que, posiblemente, esté siendo la campaña más difícil de la historia reciente de la entidad, no sólo por los problemas económicos derivados de la crisis en las administraciones públicas, sino a consecuencia de las diferentes lesiones que han cercenado a la entidad. De hecho, Marta Calleja y Marta Molina, dos jugadoras del filial, con 17 y 15 años respectivamente, tuvieron que disputar los individuales masculinos ante la ausencia de la número uno rinconera, la danesa Anne Hald Jensen, y la recuperación, que se está llevando a cabo sin forzar, de Laura Molina. No obstante, podría decirse que, al menos sobre el papel, las diferencias respecto al envite de ida se habían incrementado, al tener en la vuelta los de Antonio Molina a Ernesto Velázquez, que no pudo estar en Arroyo de la Miel al estar compitiendo en Rumanía.
El técnico local, con el máximo respeto al equipo contrario, pero con la mente puesta en la final ante el más complejo I.E.S. La Orden de la historia particular de los enfrentamientos entre ambos, dispuso en la pista a la pareja indonesia formada por Stenny Kusuma y Meisy Jolly Lee en los dobles mixtos, con la idea de comenzar la contienda con un triunfo, a priori asegurado, que diera moral a los suyos, eliminara posibles dudas respecto a la clasificación y diluyera las esperanzas malagueñas. La pareja indonesia no defraudó y se llevó su partido en dos sets por 21-16 y 21-14. A pesar de la clara superioridad técnica de los jugadores rinconeros, la presión, creada por ellos mismos, les impidió vencer por un tanteo más holgado.
A continuación se celebraron los dobles masculinos y femeninos. En los chicos, Ernesto Velásquez sustituyó al lesionado Rafael Fernández respecto al partido de ida. Junto a él, Carlos Longo y, enfrente, la pareja formada por Alejandro Toro David Ramírez y Rafael Gálvez. En las chicas, repetían Laura Molina y Meisy Jolly Lee en busca de repetir también el signo del marcador de la ida ante Marina Garvi y Manuela Díaz. Los chicos notaron la mejoría respecto a la ida, hasta el punto de vencer el primer set con facilidad por 21-12. La progresión física de Longo y la aptitud de Velásquez eran una losa demasiado pesada para los jóvenes costasoleños. En el segundo set, los hombres de Antonio Molina también ganaron por 21-19. Por su parte, las chicas comenzaron dubitativas. Meisy Jolly Lee estaba, igual que en los mixtos, imprecisa, mientras que Laura Molina trataba de recuperar sensaciones. Comenzaron con un parcial de 1-9 en contra, pero lograron remontar hasta colocarse 9-11 abajo en la pausa del primer set. La escalada prosiguió y terminaron imponiéndose por 21-17, infringiendo un duro mazazo a las malagueñas, que se veían vencedoras. En la segunda manga, las chicas siguieron creciendo hacia su mejor nivel, para acabar llevándose el partido tras imponerse por 21-9 en el segundo set. Con el 3-0 para el Soderinsa, sin ceder ningún set, el pase a la final se convertía en matemático, por lo que la alegría y la tranquilidad inundaban el Fernando Martín, a falta todavía de los cuatro duelos individuales.
Los primeros en saltar a la pista fueron Marta Molina, que sustituyó sobre la marcha a su hermana Laura con la venia de Eduardo Herrero, técnico malagueño, para no arriesgar una posible recaída de la número uno local, y Stenny Kusuma, que tenían que enfrentarse a Isabel Fernández y Alejandro Toro. La menor de las Molina se tomó el encuentro para disfrutar y aprender de cara a compromisos venideros, mientras que Kusuma no tuvo rival en el ex jugador de Veleta. El indonesio ganó por 21-10 y 21-14, mientras que la benjamina del cuadro rinconero acabó perdiendo en un duelo interesante por 19-21 y 11-21.
Por último, saltaron a la pista Ernesto Velázquez, que tenía enfrente a Rafael Gálvez, y Marta Calleja, que tenía que verse las caras con Manuela Díaz. Velázquez venció en su partido sin problemas por 21-15 y 21-4, mientras que Calleja no pudo con su rival y acabó perdiendo por 13-21 y 12-21.
Los pupilos de Antonio Molina volverán a medirse en la final frente al I.E.S La Orden en busca de su décimocuarto título, duodécimo consecutivo en la que, sin duda, será su reto más complejo en toda su historia. Todo está en contra, pero en esos momentos resurge el orgullo de campeón. Y no hay mayor campeón que el Soderinsa. A por ellos.