Sonia Macías, única andaluza en ser finisher en la prueba de ultrafondo más dura del mundo
Así, decidió que quería participar en la 28 edición del Marathon des Sables, una de las carreras de larga distancia más duras del mundo. Durante seis días, los participantes deben recorrer 240 kilómetros de desierto del Sáhara marroquí, con etapas de 20 hasta 80 kilómetros. Por si fuera poco, los corredores deben sufrir temperaturas que rozan los 50º y cargar su equipo y comida para toda la prueba. En esta edición ha participado 1024 atletas de 50 nacionalidades, de los que sólo 932 consiguieron llegar a meta el último día.
En su paso por la prueba, Sonia se queda "con los momentos vividos, el compañerismo, el sacrificio de cada día y al mismo tiempo la satisfacción que experimentas cuando cruzas la línea de meta en cada etapa y ya sabes que estás más cerca de conseguir tu sueño". En su cuerpo queda el reflejo de la dureza de esta prueba: las ampollas en los pies, las heridas en la espalda por el roce de cargar durante una semana una mochila de algo más de ocho kilos y la piel quemada por el sol.
Llegar hasta el desierto le ha llevado un largo camino de búsqueda de patrocinadores, de duros entrenamientos después del trabajo y de mucha ilusión. "Tenía tan claro que quería estar allí que no he parado de perseguir este sueño, estoy enormemente agradecida a todos los que me han ayudado como amigos, el Patronato Municipal de Deportes de La Rinconada y empresas locales".
Finalmente llegó al desierto con la delegación española, 27 españoles, tan sólo 3 mujeres, que han estado unidos "como una piña y siempre apoyándonos los uno a los otros". De entre este grupo destaca Miquel Capo Soler que ha quedado tercero en la general y Leire Elosegui octava en la clasificación femenina. Sonia ha conseguido el puesto 44 en la categoría femenina "un puesto del que me siento orgullosa para ser la primera vez que competía en estas condiciones y después de haber perdido mucho tiempo en la primera etapa en la que en el kilómetro 25 me dio una pájara tremenda de la que tardé en recuperarme, pagué la inexperiencia y tras esto decidí que los tiempos no eran importantes que lo importante era ser finisher y así fue".
Nada más llegar del desierto ya piensa en participar en los 101 kilómetros de ronda, y en otras pruebas de ultrafondo. "Las largas distancias son lo mío, me siento cómoda y cada kilómetro que avanzo el cuerpo me responde mejor".
A la pregunta de si va a participar en la 29 edición del Marathon des Sables, ella sólo sonríe.