Por tanto, esa renta de 13 puntos igualaba la diferencia conseguida por los madrileños en la ida (27-14), habiendo una confusión del árbitro por desconocimiento del reglamento y demorando en media hora el comienzo de una prórroga de dos tiempos de 10 minutos cada uno.
El quince de Beltrán obtuvo entonces dos ensayos, uno de ellos transformado, por uno nada más de su oponente para certificar con emoción la permanencia en la categoría.
El encuentro comenzó con muchos nervios en los dos conjuntos, aunque el que debía arriesgar era el Helvetia, obligado a remontar. Casi todo el juego se desarrollaba en el centro del campo y los visitantes dominaban las melés. No se movía el marcador hasta que un error de uno de los alas madrileños propició el primer ensayo de los sevillanos, colocando el 5-0 y dando vida con vistas a la segunda mitad.
Juanlu Beltrán, técnico del Helvetia, dio entrada a Picabea y Forte para fortalecer la delantera local y el resultado no pudo ser mejor. El paquete hispalense no sólo intensificó su trabajo, ganando la batalla al Sanse en esa parcela, sino que además los dos juveniles se convirtieron en protagonistas del triunfo al anotar tres marcas entre ambos.
A base de continuos 'rucks', el Helvetia fue menguando el nivel de su adversario e incluso se puso 19-3 con pocos minutos por jugarse, marcador que le valía para salvarse. Sin embargo, el quince de San Sebastián de los Reyes mejoró sus prestaciones en la línea de tres cuartos, creando peligro y anotando un par de golpes, el segundo a falta de pocos minutos para el final, propiciando el 19-6 previo a la prórroga.
En el tiempo extra, dio primero el Helvetia con un ensayo de delantera, respondido con otro por la línea de tres cuartos madrileña. Así se llegó al parón para el cambio de campo: 24-11. Todo seguía empatado hasta que otra marca aprovechando la potencia física de los sevillanos colocó el 31-11. El Sanse lo siguió intentando y en el último dispuso de cinco golpes a menos de cinco metros de la línea de ensayo local, pero el Helvetia resistió como un jabato y terminó por celebrar por todo lo alto una permanencia que ha costado sangre, sudor y lágrimas.
El encuentro tuvo un sabor especial para dos jugadores del Helvetia que cuelgan las botas tras la conclusión de esta temporada. Escalante y Murados dejan la práctica del rugby tras muchos años al pie del cañón.