En el país vecino apenas hay unos ochenta purasangres matriculados y cuatro hipódromos pequeños donde se ofrecen unos premios que suenan ridículos (400 euros al ganador de media), pero hay un puñado de aficionados que, lejos de acomplejarse, no se encogen y, a base de ganas y buen hacer, cada vez se están haciendo notar más en las pistas españolas. Buena prueba de ello es lo ocurrido esta tarde-noche en el transcurso de la segunda jornada de la temporada primaveral del Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner, en la que dos de las cinco carreras fueron ganadas por ejemplares de cuadras lusas.
Los primeros portugueses en cantar victoria fueron los de la cuadra Stand Carmo, que vieron cómo el reenganchado Barañain prolongaba su buena racha al batir a Whistleinthewind en el Premio ONG Nazarena para la Esperanza con la monta, además, de un compatriota suyo, Marino Gomes, que es sin duda uno de los jockeys más afables del hipódromo. Tras un recorrido muy cómodo, Barañain doblegó en los metros finales al favorito, que quizá acusó los tres kilos que cedía, mientras que Finley Connolly, que tardó en entrar en la carrera más de lo esperado, reaccionó al final para completar el trío.
Hong Kong Boy sería el otro purasangre en darle una alegría a los representantes del turf portugués, pues, en la llegada más apretada y bonita de la reunión, triunfó en el Premio Radio Marca (primera parte del hándicap dividido) tras resistir el postrero y decidido ataque que realizó The Belonger, que llegó tan sólo una nariz por detrás. Ésta sería la segunda victoria de la jornada para el italiano Marco Secci, que, anteriormente, en la segunda manga del hándicap desdoblado, el Premio Cajasol, ya había ganado con Leader Lady. Ya se está convirtiendo en un clásico que la cuadra Las Águilas se adjudique un hándicap en Dos Hermanas, dato que es objeto de conversación entre los asiduos al hipódromo, por lo que se recomienda a los aficionados que lo tengan siempre presente en sus apuestas de ahora en adelante. Leader Lady batió a Chacarita, que, en su cuarta salida, cobró sus primeros euros con un recorrido de menos a más, dando motivos para la esperanza a sus propietarios, que tantas ilusiones tenían puestas en esta potranca de interesante origen.
La jornada se abrió con la cómoda y previsible victoria de Albuhera en los 1.300 metros del Premio Cría Nacional, demostrando que esta carrera de venta (por fortuna para sus propietarios, nadie pujó por ella en la subasta posterior) se le quedaba chica. Marenga, con un buen final, le dio la gemela al preparador Jorge Rodríguez, quien sabe que en Dos Hermanas, donde la competencia no es tan severa como en La Zarzuela, puede cuadrar muchas cuentas.
Por último, es digno resaltar lo bien que le ha salido a la cuadra Río Cubas el plan que trazaron con Angel Melody: después de tres meses parada, reaparecía el pasado viernes con una actuación muy suave, en la que se limitó a sudar y a perfilar su forma de cara a los 1.200 metros del Premio Cruz Roja Española, en el que su propio propietario, Diego Sarabia, impuso su experiencia sobre los otros gentlemen y amazonas. Desembocando en el derecho, Sarabia metió su caballo por delante de Sergei y Tagomago para terminar de presentar su ataque en inmejorable posición. Luego, con la carrera ganada, miró para atrás para asegurarse de que no se le escaparía. Dicen que eso nunca lo debe hacer un jockey, pero cualquiera le recrimina semejante debilidad a un gentleman, un jinete amateur que monta por amor a este arte que algo tiene cuando a tantos encandila.