El equivalente femenino a la Ryder Cup fue un festival del equipo europeo, con tres jugadoras españolas (además de Azahara, Recari y Ciganda) en sus filas. La malagueña ganó dos puntos, ambos en partidos por pareja, y perdió otros dos, uno en otro dúo y el de la última jornada, el individual. Una buena actuación que aupó a Europa a su primera victoria en suelo americano de una competición pujante en la que la irrupción de las españolas ha supuesto un impulso.