El Sevilla de Unai Emery ha tenido un proceso de cocción lento, pero seguro. Ha tenido sufrido altibajos y percances, pero la mayoría de ellos más como producto de una evolución que como errores en sí, sin ocultar que también los ha habido por parte del entrenador.
Pero lo cierto es que al vasco hay que reconocerle que desde el inicio de la temporada hablaba de una meta como equipo, de un objetivo, que a algunos les llegó a sonar a chino, que le ha costado crédito por el camino, pero al que empieza a acercarse a costa de un buen trabajo y confianza en sus posibilidades.
El partido ante el Getafe se convirtió en la referencia. El sevillismo espera que tenga continuidad en las próximas semanas, pero lo cierto es que con más o menos brillantez el conjunto nervionense ha demostrado hasta dónde puede dar.
Pero, más allá de la brillantez del choque del día 5 de enero, Emery ha obtenido, ha fabricado, con las variadas opciones que también le ofrece la plnatilla, un equipo muy versátil, con un amplio abanico de posibilidades. Tiene una faceta más defensiva, con Rakitic en la mediapunta (con el croata ahí el Sevilla ha bajado su número de goles recibidos), pero ha empezado a encontrarse cómodo con opciones más ofensivas. Emery tiró de los dos delanteros para ganar en Granada, y tiró de los dos delanteros para ganar al Getafe. Incluso ha conseguido obtener un máximo de rendimiento de Rakitic como mediocentro, y también como mediapunta. En cualquier caso, el choque ante el Getafe dejó claro que el croata incluso rinde mejor como pivote, otra cosa es cómo se comporten el resto de compañeros cuando el juega más retrasado. Su partido como mediocentro el domingo fue realmente espectacular, los números lo confirman.
Además de los sistemas, también ha logrado manejar alternativas en el juego mismo. Robando cerca del área contraria, construyendo desde zonas más lejanas, a la contra...
El caso es que el Sevilla de Emery ha crecido. En el club hicieron bien en confiar en el técnico vasco cuando algunas voces apuntaban casi a su relevo. Y hará bien en el Sevilla si confían en un técnico cuya trayectoria, por ahora, ha demostrado que responde. Y tiene buena plantilla para hacerlo. El Sevilla de Emery ya ha cogido forma, ahora debe mantenerla para que está relación se convierta en idilio, un idilio necesario ya en el equipo hispalense, la de un equipo y un entrenador.
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