Entre los abandonos está el del onubense Luis Calderay que llegará esta noche a Buenos Aires para estar de regreso en Huelva el próximo jueves. Los problemas mecánicos fueron insuperables tras recorrer más de 100 kilómetros de dunas que finalmente atraparon a la Yamaha 450. El de Valverde lo explica: "Después de haber ganado posiciones en la segunda etapa estaba ilusionado tras haber superado más de 100 kms de dunas. Todo a sido en el tramo último donde la moto no ha respondido y se ha roto el motor de la Yamaha porque solo entraban las dos primeras marchas. Me quedé tirado a 70 kms de terminar la especial. Con esa avería era imposible arreglarla con temperaturas tan altas que te quemaba la arena. En diez minutos sin estar a la sombra te ardía el cuerpo. He tenido que tirar la toalla para mi desgracia".No es el único caso el del onubense. En coches el ganador de la primera etapa el portugués Sousa también abandona. Peterhansel se conforma con terminar, Marc Coma tiene que cambiar de motor al segundo día de competición.
Calderay fue evacuado y desde el infortunio sufrido valora la experiencia vivída y agradece los centenares de mensajes y apoyo recibidos: "Sé que el apoyo de mis paisanos y de toda Huelva lo tengo sí que e estoy muy agradecido. La experiencia de ver y ser parte de esto es inigualable. Merece la pena como espectador pero encima saber que has formado parte de esta locura rodante mucho más me llevo para volver algún día. Sin duda es el Dakar más duro de los últimos años, dicen por aquí que el más duro de la historia desde que cambió de continente. Son etapas de dureza bárbara dicen los expertos. Me dicen que hay una enorme diferencia en dificultad respecto al del año pasado por ejemplo. No tenia miedo a hacer una media de 700 kms. diarios como mínimo con diez horas en la moto. Dormir poco, comer lo que se pueda y estar atento, tenía cierto manejo en navegación y lo llevaba muy trabajado, pero si la moto te dice que no puede, no está en tu mano".
Calderay en tan corto espacio tiempo (menos de una semana desde que llegó a Rosario) se ha ganado el respeto y la admiración de todo los pilotos del Dakar al protagonizar en la primera etapa el rescate de Julian Villarrubia, al que remolcó 240 kms. Para el misterio de la mecánica del Team Pedregá queda la incertidumbre de si su solidaridad pudo pesarle al motor de la Yamaha que se resintió unas horas más tarde en la segunda etapa. Calderay no se arrepiente y no vincula el sobreesfuerzo de la moto el día anterior al posterior fallo mecánico:
"El día anterior pude echar una mano remolcando a un compañero pero ahora era imposible que nadie me echara un cable ni hubieran podido ayudarme en plena duna y fui sido evacuado ayer en helicóptero con la sensación más triste que recuerdo. No me arrepiento de lo que hice ni creo que tenga nada que ver. La mecánica es un misterio. Así es de duro el Dakar. El colector que conecta el motor con el escape estaba dañado y no ha podido superarse el problema mecánico así que regreso a casa. espero descansar de dos años corriendo ralles internacionales aunque si saliera un patrocinador importante no descarto volver más en 2016 que en 2015 porque lo veo muy pronto, pero quien sabe si podré desquitarme. he tenido auténtica mala suerte. No puedo reprocharme nada excepto exceso de ilusión".