La colombicultura es una actividad deportiva reglada que hunde sus raíces en la Edad Media, en tiempos de los Reyes Católicos, introducida en la Península Ibérica por los árabes, al parecer como medio de recreo.
A lo largo de los años, incluso siglos, de practicar esta afición y de realizar muchos cruces con ejemplares de las distintas razas existentes se toma como referencia, a principios del siglo XX, la paloma buchona española, también conocida como buchona valenciana, pues es en la región de Valencia donde prendió con fuerza el amor a las palomas así denominadas y se crearon las primeras sociedades de colombicultura. Son ejemplares de gran porte, buche voluminoso y aspecto arrogante.
Este deporte se practica en pleno contacto y respeto con la naturaleza, en la que el palomo o la paloma son los auténticos protagonistas siendo el colombicultor la persona que los cría, selecciona y adiestra para las competiciones o concursos en los que luego va a participar. Se distinguen dos especialidades: palomos deportivos de celo y palomos deportivos de raza buchona.
En la actualidad, para los palomos deportivos de celo se busca un palomo de buen tamaño, no excesivamente grande, de porte arrogante, muy resistente al vuelo, luchador en el suelo y celoso de la hembra, con notable inteligencia que le permita recordar los lugares donde ha parado la paloma para volver a buscarla si acaso la ha perdido.
La competición consiste, tras la suelta de una hembra (denominada paloma de suelta) dotada de una pluma blanca que sobresale en la cola, en el cortejo por parte de los machos que participan en dicha prueba o suelta para conseguir llevársela a su palomar o estar el máximo de tiempo con ella. Durante el desarrollo de la prueba de dos horas de duración, se producen diversos lances o situaciones que cuentan para la puntuación final.
Toda la suelta es seguida por los aficionados y el equipo arbitral designado al efecto. La zona donde se realiza se denomina campo de vuelo y es deseable que cuente con algunas edificaciones y numeroso arbolado. Se celebran competiciones a nivel de clubes, comárcales, intercomarcales, provinciales, regionales y nacionales.
En Andalucía se organizan dos Regionales Especiales (Oriental y Occidental) y un Campeonato Regional principal denominado Alandalus. En el ámbito nacional se celebran varios campeonatos, El Campeonato de Comunidades Autónomas y otro denominado Copa de S.M. El Rey, así como el Campeonato de España Juvenil.
La modalidad de palomos deportivos de raza buchona consiste en la crianza de ejemplares pertenecientes a cualquiera de las diecinueve razas reconocidas por la Real Federación Española de Colombicultura (RFEC) con el
fin de obtener palomas que se ajusten al máximo a los estándares establecidos para cada raza de belleza, porte, perfección física y vuelo, con el objetivo de participar en las exposiciones y concursos que se celebran en
instalaciones cerradas o bien enjuiciamientos del vuelo a cielo abierto. Estas cualidades son evaluadas por jueces especializados en cada una de las diferentes razas.
Se organizan competiciones que responden a criterios de demarcación geográfica (de club, provinciales, regionales o nacionales) que acogen a ejemplares de diferentes razas de las que cuentan con estándar reconocido y en algunas ocasiones acogen ejemplares que aún no tienen reconocido dicho estándar pero lo hacen para un lograr un futuro reconocimiento si es considerado oportuno. También se celebran concursos monográficos especializados en una raza en concreto.
La RFEC se creó en 1944, con cuatro federaciones regionales y cinco federaciones provinciales. Adaptada al modelo autonómico, cuenta en la actualidad con catorce federaciones autonómicas, entre ellas la de Andalucía,
siendo ésta, por número de licencias y deportistas federados, la segunda de España detrás de la Comunidad Valenciana y seguida de cerca por la Federación de la Región de Murcia. La Federación Andaluza de Colombicultura (FAC) se creo oficialmente en 1990, tiene su sede actualmente en la ciudad de Almería y cuenta con siete Delegaciones Provinciales. En el año 2013 tuvo nada menos que 4.956 licencias deportivas y 321 clubes inscritos y en activo.