No hay invierno en Dos Hermanas en el que, tras la disputa del Gran Premio de Andalucía, una amarga sensación de vacío no se apodere de los buenos aficionados a las carreras de caballos. Se acaba la temporada, la caravana del turf español regresa a La Zarzuela y no queda más remedio que empezar a contar los días que restan para que los purasangres vuelvan a correr sobre la hierba nazarena.
Esta pérdida temporal, pues por fortuna es un hasta luego, al menos se mitiga con los recuerdos que quedan de los mejores momentos vividos en los últimos once domingos: el ilusionante regreso de Borja Fayos, las dos sorprendentes victorias del jovencísimo Ignacio Melgarejo, el destape de Brigantia, la mejor versión de Juan Daniel que se haya visto, la más reciente de las reivindicaciones de Óscar Anaya, un buen puñado de finales emocionantes… Aunque, por encima de todo, éste será siempre recordado como el invierno de José Luis Martínez, quien, superada ya la barrera de los cuarenta, está viviendo una segunda juventud. Con diferencia, ha sido el mejor jockey del meeting, con 14 victorias y 13 colocaciones en 33 actuaciones, en las que sumó unos 100.000 euros en premios. Sólo podía despedirse como lo ha hecho: con otro triplete y ganando el Gran Premio de Andalucía, la prueba estelar de la temporada, con Mil Azul.
El de Urdiñ-Oriyá destacaba por valor entre los participantes inscritos para la gran milla, carrera que ya había ganado en 2012 en su único precedente en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner, aunque mediada la recta de tribunas, con la grada deseosa de conocer el desenlace más esperado de la temporada, ni mucho menos estaba claro que iba a volver a ganar. Presentaba su ataque entre Indiano y el conductor Valiant Blue, que le sacaban una pequeña ventaja. Pero aún tenía margen de maniobra. José Luis Martínez lo sabía y el caballo respondió. Cambió de ritmo en el último furlong pegando un acelerón que lo lanzó hacia la herradura de meta. Ahí es donde se ve la calidad de un purasangre, y Mil Azul, uno de los mejores milleros del país, la tiene. Indiano volvió a colgarse la plata en un gran premio que se le resiste por segundo año consecutivo (le queda el consuelo de que en ambos casos fue batido por muy buenos rivales), mientras que el trío lo cerró un Valiant Blue que, de no haber perdido varios cuerpos en la curva, cuando lideraba con buenas maneras, bien podría haber conseguido otro resultado.
Como se ha dicho, con Mil Azul José Luis Martínez (Magic Martínez dentro de este mundillo) cerró un triplete, el segundo de este invierno para enmarcar. Tan exitosa racha victoriosa comenzó para él en el Premio Coca Cola (1.500 metros), la tercera parte del triple hándicap dividido. Fue una de esas llegadas que levantan al público de sus asientos. Ordee, tras un decidido recorrido en vanguardia, parecía tener la carrera ganada a mitad de la recta final. Sin embargo, por los palos apareció Martínez a lomos de Arkadin con un rush final demoledor. Tranco a tranco fue recortándole cuerpos al de cabeza, al que Jorge Jarcovsky no pudo reavivar, hasta rebasarlo poco antes de la meta. Nadie hubiera previsto ese desenlace unos cuantos metros antes. El turf tiene estas cosas: a veces las pruebas en las que compiten los ejemplares más modestos son las que despiertan las mayores emociones. Ciudadano Kane fue tercero.
Y luego llegó su triunfo con Cañadío, nombre más que familiar para los incondicionales del hipódromo pues son ya cuatro los inviernos en los que el luchador representante de la cuadra Hispánica ha bajado a Dos Hermanas a competir. El pensionista de José Carlos Fernández, que ha vuelto a ver bien recompensada su estancia en tierras sevillanas durante la temporada, apostó por un recorrido en vanguardia, que suele ser lo más conveniente en esta pista, y terminó ganando, no sin apuros, a Calitxo y Dagoberto, que lo escoltaron en el podio.
Antes de que Martínez acaparara prácticamente toda la atención de la jornada, hubo tiempo para otros protagonistas. En la primera de la reunión, Lady Stella se dio lo que viene siendo un paseo remunerado en el Premio La Caixa, reservado a los tres años sobre la distancia de 1.400 metros. He aquí otra demostración del buen trabajo que está haciendo Tiago Martins, un preparador sin demasiado nombre todavía pero que sabe sacar el máximo rendimiento a sus ejemplares. Lady Stella la compró hace poco en Inglaterra, donde ya había ganado, y, en su segunda actuación española, ha demostrado que hay que tenerla en cuenta. Nada más abrirse los cajones Marino Gomes la puso en cabeza y desde entonces ninguno de sus oponentes pudo con ella. Muy por detrás de ella llegaron Laughing Dove y Por Fin.
Y después llegó la victoria de Canela Fina, que cierra el invierno con un envidiable balance: dos victorias y dos colocaciones en cuatro colocaciones. Nuevamente con Óscar Ortiz de Urbina en la silla, hoy ganó en la segunda parte del hándicap, el Premio Emasesa, culminando un buen trayecto en punta y resistiendo el empuje primero de Deseado (acabó cediendo y siendo tercero) y después de Green Night.