El jovencísimo conjunto de Ciudad Real destaca por su intensidad defensiva y su juego combinado a diferencia de otros años, en los que lejos de su feudo perdía muchos puntos. Las de Manolo Arévalo se han convertido en un rival temible también a domicilio.
El Federópticos Fernández, que no acaba de encontrar una regularidad de juego, debe olvidar el varapalo del partido en Murcia y aprovechar esta oportunidad para dar un golpe en la mesa y cargarse de moral e ilusión para lo que resta de temporada. Pese a haberse enfrentado ya a los máximos favoritos del grupo, no deberá bajar la guardia para así terminar la temporada en una posición acorde con el potencial que atesora, al menos por plantilla.